Citas y Discursos de MAO TSE-TUNG

"Discursos de Mao"
Frases pronunciadas por Mao Tse-Tung

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: Comunismo| Mao Tse-Tung
La fuerza-núcleo que dirige nuestra causa es el Partido Comunista de China. La base teórica que guía nuestro pensamiento es el marxismo-leninismo.

Discurso de apertura de la I Sesión de la Asamblea Popular Nacional (primera legislatura) de la República Popular China
(15 de septiembre de 1954).

Para hacer la revolución, se necesita un partido revolucionario. Sin un partido revolucionario, sin un partido creado conforme a la teoría revolucionaria marxista-leninista y al estilo revolucionario marxista-leninista, es imposible conducir a la clase obrera y las amplias masas populares a la victoria sobre el imperialismo y sus lacayos.



Fuerzas revolucionarias del mundo, uníos,
Iuchad contra la agresión imperialista!
(noviembre de 1948),
Obras Escogidas t. IV.

Sin los esfuerzos del Partido Comunista de China, sin los comunistas chinos como sostén del pueblo chino, es imposible alcanzar la independencia y la liberación del país, su industrialización, y la modernización de su agricultura.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

El Partido Comunista de China es el núcleo dirigente del pueblo chino. Sin este núcleo la cause del socialismo no puede triunfar.

Discurso pronunciado en la recepción a todos
los delegados al III Congreso Nacional de la Liga
de la Juventud de la Nueva Democracia de China
(25 de mayo de 1957).

Un partido disciplinado, pertrechado con la teoría marxista-leninista y que practica la autocrítica y se mantiene ligado a las masas populares; un ejército dirigido por tal Partido; un frente único de todas las clases revolucionarias y grupos revolucionarios dirigido por tal Partido: éstas son las tres armas principales con que hemos derrotado al enemigo.

Sobre la dictadura democrática popular
(30 de junio de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

Debemos tener confianza en las masas, debemos tener confianza en el Partido. Estos son dos principios fundamentales. Si dudamos de ellos, nada podremos cumplir.

Sobre el problema de la cooperativización agrícola
(31 de julio de 1955),
[Obras Escogidas, t. V].

Armado con la teoría e ideología marxista-leninistas, el Partido Comunista de China ha aportado al pueblo chino un nuevo estilo de trabajo, que consiste principalmente en integrar la teoría con la práctica, mantener estrechos vínculos con las masas populares y practicar la autocrítica.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas t. III.

Ningún partido político puede conducir un gran movimiento revolucionario a la victoria si no posee una teoría revolucionaria, un conocimiento de la historia y una comprensión profunda del movimiento práctico.

El papel del Partido Comunista de China en la guerra nacional
(octubre de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

El movimiento de rectificación es, como decíamos, un amplio movimiento de educación marxista. Por rectificación entendemos que todo el Partido estudia marxismo a través de la crítica y la autocrítica. Podremos sin duda aprender más marxismo en el curso del movimiento de rectificación.

Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido
Comunista de China sobre el Trabajo de Propaganda
(12 de marzo de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Es muy ardua tarea asegurar una vida mejor a los centenares de millones de chinos y transformar nuestro país, atrasado económica y culturalmente, en un país próspero, poderoso y con elevado nivel cultural. Precisamente pare asumir esta tarea con mayor competencia y trabajar mejor junto con todos aquellos que, sin ser militantes del Partido, se mueven por altos ideales y están decididos a hacer transformaciones, debemos desplegar movimientos de rectificación tanto ahora como en el futuro y desprendernos constantemente de todo lo que sea erróneo.

Ibíd.

La política es el punto de partida de todas las acciones prácticas de un partido revolucionario, y se manifiesta en el proceso y el resultado final de sus acciones. Toda acción de un partido revolucionario es la aplicación de su política. Si no aplica una política correcta, aplica una errónea; si no aplica determinada política de modo consciente, la aplica a ciegas. Lo que llamamos experiencia es el proceso y el resultado final de la aplicación de una política. Sólo a través de la práctica del pueblo, es decir, por la experiencia, se puede verificar si una política es correcta o errónea y determinar hasta qué grado lo es. Pero la práctica de los hombres, especialmente la práctica de un partido revolucionario y de las masas revolucionarias, está necesariamente ligada con una u otra política. Por tanto, antes de emprender cualquier acción, debemos explicar a los militantes del Partido y a las masas la política que hemos formulado a la luz de las circunstancias dadas. De otro modo, los militantes del Partido y las masas se apartarán de la dirección de nuestra política, actuarán a ciegas y aplicarán una política errónea.

Sobre la política concerniente a la industria y el comercio
(27 de febrero de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.

Nuestro Partido ha formulado la línea general y la política general de la revolución china, así como las líneas específicas para el trabajo y las medidas políticas concretas. Sin embargo, muchos camaradas recuerdan sólo las líneas específicas para el trabajo y las medidas políticas concretes, pero olvidan a menudo la línea general y la política general del Partido. Si de verdad las olvidamos, seremos revolucionarios ciegos, inmaduros y de ideas confusas, y al aplicar una línea específica para el trabajo y una medida política concreta, nos desorientaremos, oscilaremos a izquierda y derecha, y perjudicaremos nuestro trabajo.

Discurso pronunciado en una conferencia de
cuadros de la región liberada de Shansí-Suiyuán
(1 de abril de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.

La política y la táctica son la vida del Partido; los camaradas dirigentes a todos los niveles deben prestar plena atención a ellas y de ninguna manera mostrarse negligentes a este respecto.

Circular sobre la situación
(20 de marzo de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.


Las clases luchan, una clases salen victoriosas, otras quedan eliminadas. Así es la historia, así es la historia de la civilización de los últimos milenios. Interpretar la historia desde este punto de vista es materialismo histórico; sostener el punto de vista opuesto es idealismo histórico.

Desechar las ilusiones, prepararse para la lucha
(14 de agosto de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

En la sociedad de clases, cada persona existe como miembro de determinada clase, y sodas las ideas, sin excepción, llevan su sello de clase.

Acerca de la práctica
(julio de 1937),
Obras Escogidas, t. I.

Los cambios que se producen en la sociedad se deben principalmente al desarrollo de sus contradicciones internas, es decir, las contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, entre las clases y entre lo viejo y lo nuevo. Es el desarrollo de estas contradicciones lo que hace avanzar la sociedad e impulsa la sustitución de la vieja sociedad por la nueva.

Sobre la contradicción
(agosto de 1937),
Obras Escogidas, t. I.

La despiadada explotación económica y la cruel opresión política de los campesinos por la clase terrateniente, los forzaron a alzarse en numerosas rebeliones contra la dominación de ésta. (...) Las luchas de clase del campesinado, los levantamientos campesinos y las guerras campesinas fueron la fuerza motriz real del desarrollo histórico de la sociedad feudal china.

La revolución china y el Partido Comunista de China
(diciembre de 1939),
Obras Escogidas, t. II.

La lucha nacional es, en último término, un problema de la lucha de clases. Entre los blancos en los EE.UU., solo los reaccionarios círculos dominantes son los que oprimen a los negros. Ellos no representan en modo alguno a los obreros, los campesinos, los intelectuales revolucionarios y otras personalidades razonables que constituyen la aplastante mayoría de los blancos.

Declaración de apoyo a los negros norteamericanos
en su justa lucha contra la discriminación racial
del imperialismo norteamericano
(8 de agosto de 1963).

A nosotros nos incumbe organizar al pueblo. En cuanto a los reaccionarios chinos, nos incumbe a nosotros organizar al pueblo para derribarlos. Con todo lo reaccionario ocurre igual: si no lo golpeas, no cae. Esto es como barrer el suelo: por regla general, donde no llega la escoba, el polvo no desaparece solo.

La situación y nuestra política después de la
victoria en la Guerra de Resistencia contra el Japón
(13 de agosto de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

El enemigo no desaparecerá por sí solo. Ni los reaccionarios chinos ni las fuerzas agresoras del imperialismo norteamericano en China se retirarán por su propia voluntad del escenario de la historia.

Llevar la revolución hasta el fin
(30 de diciembre de 1948)
Obras Escogidas, t. IV.

Hacer la revolución no es ofrecer un banquete, ni escribir una obra, ni pintar un cuadro o hacer un bordado; no puede ser tan elegante, tan pausada y fina, tan apacible, amable, cortés, moderada y magnánima. Una revolución es una insurrección, es un acto de violencia mediante el cual una clase derroca a otra.

Informe sobre la investigación del movimiento campesino en Junán
(marzo de 1927)
Obras Escogidas, t. I.

Chiang Kai-shek trata siempre de arrebatar al pueblo cada átomo de poder y cada átomo de sus conquistas. Y nosotros? Nuestra política es responder medida por medida y luchar por cada pulgada de terreno. Actuamos según él actúa. El siempre trata de imponer la guerra al pueblo, con una espada en la mano izquierda y otra en la derecha. Nosotros también empuñamos espadas, siguiendo su ejemplo. (...) Como Chiang Kai-shek está ahora afilando sus espadas, debemos afilar las nuestras.

La situación y nuestra política después de la
victoria en la Guerra de Resistencia contra el Japón
(13 de agosto de 1945)
Obras Escogidas t. IV.

Quiénes son nuestros enemigos y quiénes nuestros amigos? Esta es una cuestión de importancia primordial para la revolución. Todas las anteriores luchas revolucionarias de China sólo obtuvieron magros resultados, esencialmente porque los revolucionarios no supieron unirse con los verdaderos amigos para atacar a los verdaderos enemigos. Un partido revolucionario es el guía de las masas, y cuando las descamina, ninguna revolución puede triunfar. A fin de conquistar con seguridad la victoria en la revolución y no descaminar a las masas, tenemos que cuidar de unirnos con nuestros verdaderos amigos para atacar a nuestros verdaderos enemigos. Y para distinguir a los amigos verdaderos de los verdaderos enemigos, tenemos que hacer un análisis general del status económico de las clases de la sociedad china y de sus respectivas actitudes hacia la revolución.

Análisis de las clases de la sociedad china
(marzo de 1926)
Obras Escogidas, t. I.

Son nuestros enemigos todos aquellos que están confabulados con el imperialismo: los caudillos militares, los burócratas, la burguesía compradora, la clase de los grandes terratenientes y el sector reaccionario de la intelectualidad subordinado a ellos. El proletariado industrial es la fuerza dirigente de nuestra revolución. Nuestros amigos más cercanos son el semiproletariado en su totalidad y la pequeña burguesía. En cuanto a la vacilante burguesía media, su ala derecha puede ser nuestro enemigo, y su ala izquierda, nuestro amigo; pero debemos mantenernos constantemente en guardia y no permitirle a esta que cree confusión en nuestro frente.

Ibíd.

Quien tome partido por el pueblo revolucionario, es un revolucionario. Quien tome partido por el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático, es un contrarrevolucionario. Quien se coloque al lado del pueblo revolucionario sólo de palabra, pero no en los hechos, es un revolucionario de palabra. Quien se coloque al lado del pueblo revolucionario tanto en los hechos como de palabra, es un revolucionario en su más pleno sentido.

Discurso de clausura en la II Sesión del Primer Comité Nacional
de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino
(23 de junio de 1950).

Sostengo que, para nosotros, es malo si una persona, partido, ejército o escuela no es atacado por el enemigo, porque eso significa que ha descendido al nivel del enemigo. Es bueno si el enemigo nos ataca, porque eso prueba que hemos deslindado los campos con él. Y mejor aún si el enemigo nos ataca con furia y nos pinta de negro y carentes de toda virtud, porque eso demuestra que no sólo hemos deslindado los campos con él, sino que hemos alcanzado notables éxitos en nuestro trabajo.

Ser atacado por el enemigo no es una cosa mala sino una cosa buena
(26 de mayo de 1939).

Debemos apoyar todo lo que el enemigo combata y oponernos a todo lo que el enemigo apoye.

Entrevista con tres corresponsales de la Agencia Central
de Noticias y de los periódicos Saodang Bao y Xinmin Bao
(16 de septiembre de 1939),
Obras Escogidas, t. II.

Nuestra posición es la del proletariado y las masas populares. Para los miembros del Partido Comunista, esto quiere decir que deben adherirse a la posición del Partido, al espíritu de Partido y a la política del Partido.

Intervenciones en el Foro de Yenán sobre Literatura y Arte
(mayo de 1942)
Obras Escogidas, t. III.

Después de eliminados los enemigos con fusiles, quedarán aún los enemigos sin fusiles, quienes entablarán, inevitablemente, una lucha a muerte contra nosotros; jamás debemos subestimarlos. Si ahora no planteamos ni comprendemos el problema de este modo, cometeremos errores muy graves.

Informe ante la II Sesión Plenaria del Comité Central elegido
en el VII Congreso Nacional del Partido Comunista de China
(5 de marzo de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

Los imperialistas y los reaccionarios del país jamás se resignarán a su derrota; forcejearán hasta el fin. Aun después de establecida la paz y el orden en todo el país, se entregarán a labores de zapa y provocarán disturbios en mil formas; tratarán a diario y en todo momento de restaurar su Poder en China. Esto es inevitable y está fuera de dude; nunca debemos relajar nuestra vigilancia.

Discurso de apertura en la I Sesión Plenaria de la
Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino
(21 de septiembre de 1949).

En China, aunque en lo fundamental se ha consumado la transformación socialista de la propiedad y han terminado las vastas y tempestuosas luchas de clase de las masas, características de los anteriores períodos revolucionarios, subsisten remanentes de las clases derrocadas: la clase terrateniente y la burguesía compradora; subsiste la burguesía, y la transformación de la pequeña burguesía sólo acaba de empezar. La lucha de clases no ha terminado. La lucha de clases entre el proletariado y la burguesía, entre las diferentes fuerzas políticas y entre el proletariado y la burguesía en el terreno ideológico, será aún larga, tortuosa y a veces incluso muy enconada. El proletariado aspire a transformar el universo según su concepción del mundo, y la burguesía, según la suya. A este respecto, aún no ha sido resuelta en definitiva la cuestión de quién vencerá: el socialismo o el capitalismo.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Pasará un tiempo bastante largo antes de que se resuelva la cuestión de quién vencerá a quién en la lucha ideológica entre el socialismo y el capitalismo en nuestro país. Esto se explica porque la influencia de la burguesía y de los intelectuales provenientes de la vieja sociedad subsistirá por un largo tiempo en nuestro país, y así también su ideología de clase. Quien no lo comprenda bien, o no lo comprenda en absoluto, cometerá el más grave de los errores y pasará por alto la necesidad de la lucha en el terreno ideológico.
En nuestro país, subsistirá por un largo tiempo la ideología burguesa y pequeñoburguesa, la ideología anti-marxista. Se ha establecido en lo fundamental el sistema socialista. Hemos obtenido la victoria básica en la transformación de la propiedad de los medios de producción, pero todavía no hemos logrado la victoria complete en los frentes político e ideológico. En el terreno ideológico, todavía no se ha resuelto en definitiva la cuestión de quién vencerá: el proletariado o la burguesía. Aún debemos sostener una lucha prolongada contra la ideología burguesa y pequeñoburguesa. Es erróneo ignorar esto y abandonar la lucha ideológica. Todas las ideas erróneas, todas las hierbas venenosas y todos los monstruos y demonios deben ser sometidos a crítica; en ninguna circunstancia podemos tolerar que cundan libremente. Sin embargo, Ia crítica debe ser plenamente razonada, analítica y convincente, y no burda, burocrática, metafísica o dogmática.

Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido
Comunista de China sobre el Trabajo de Propaganda
(12 de marzo de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Tanto el dogmatismo como el revisionismo son contrarios al marxismo. Inevitablemente, el marxismo avanzará, progresará con el desarrollo de la práctica y no permanecerá estático. Quedaría sin vida si se estancara y se estereotipara. No obstante, nunca se pueden violar los principios básicos del marxismo; violarlos es cometer errores. Es dogmatismo enfocar el marxismo desde el punto de vista metafísico y considerarlo como algo rígido. Es revisionismo negar los principios básicos del marxismo, la verdad universal del marxismo. El revisionismo es una variedad de la ideología burguesa. Los revisionistas intentan borrar lo que distingue al socialismo del capitalismo, a la dictadura del proletariado de la dictadura burguesa. Lo que preconizan no es, de hecho, la linea socialista, sino la capitalista. En las circunstancias actuales, el revisionismo es más pernicioso que el dogmatismo. Una de nuestras importantes tareas presentes en el frente ideológico es criticar el revisionismo.

Ibíd.

El revisionismo u oportunismo de derecha es una tendencia ideológica burguesa; es más peligroso que el dogmatismo. Los revisionistas, oportunistas de derecha, alaban de palabra el marxismo; también atacan el dogmatismo, pero lo que atacan es precisamente la quintaesencia del marxismo. Combaten o tergiversan el materialismo y la dialéctica; combaten o intentan debilitar la dictadura democrática popular y la dirección del Partido Comunista; combaten o intentan debilitar la transformación y la construcción socialistas. Incluso después de la victoria fundamental de la revolución socialista en nuestro país, queda todavía un cierto número de gentes que sueñan con restaurar el sistema capitalista; estas gentes luchan contra la clase obrera en todos los frentes, incluido el ideológico. Y en esta lucha, tienen en los revisionistas a sus mejores asistentes.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

III. SOCIALISMO Y COMUNISMO



El comunismo es la ideología completa del proletariado y, a la vez, un nuevo sistema social. Difieren de cualquier otra ideología y sistema social, y son los más completos, progresistas, revolucionarios y racionales de la historia humana. La ideología y el sistema social del feudalismo ya pasaron al museo de la Historia. La ideología y el sistema social del capitalismo se ha convertido en piezas de museo en una parte del mundo (la Unión Soviética), mientras que en los demás países se asemejan al moribundo que se extingue como el sol tras las colinas de Occidente, y pronto serán también relegados al museo. Sólo la ideología y el sistema social comunistas, llenos de juventud y vitalidad, se extienden por todo el mundo con el ímpetu de una avalancha y la fuerza de un rayo.

Sobre la nueva democracia
(enero de 1940)
Obras Escogidas, t II.

El sistema socialista terminará por reemplazar al sistema capitalista: ésta es una ley objetiva, independiente de la voluntad del hombre. Por mucho que los reaccionarios traten de frenar la rueda de la historia, tarde o temprano se producirá la revolución y, sin duda alguna, triunfara.

Discurso en la reunión del Soviet Supremo de
la URSS en conmemoración del 40 aniversario
de la Gran Revolución Socialista de Octubre
(6 de noviembre de 1957).

Los comunistas nunca ocultamos nuestras aspiraciones políticas. Nuestro programa futuro o máximo es llevar a China a la sociedad socialista y la comunista. Esto es definitivo y no admite duda. El nombre de nuestro Partido y nuestra concepción marxista del mundo indican de manera inequívoca este supremo ideal pare el futuro, infinitamente bello y luminoso.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945)
Obras Escogidas, t. III.

Tomado en su conjunto, el movimiento revolucionario chino dirigido por el Partido Comunista de China abarca dos etapas: la revolución democrática y la socialista. Se trata de dos procesos revolucionarios esencialmente diferentes, y sólo después de consumado el primero se puede emprender el segundo. La revolución democrática es la preparación necesaria para la revolución socialista y la revolución socialista es la dirección inevitable para el desarrollo de la revolución democrática. El objetivo final por el que luchan todos los comunistas es la instauración completa de la sociedad socialista y de la comunista.

La revolución china y el Partido Comunista de China
(diciembre de 1939),
Obras Escogidas, t. II.

La revolución socialista tiene por objetivo liberar las fuerzas productivas. La transformación de la propiedad individual en propiedad colectiva socialista dentro de la agricultura y la artesanía, y de la propiedad capitalista en propiedad socialista dentro de la industria y el comercio privados, libera necesariamente y en gran medida las fuerzas productivas. Se crean así las condiciones sociales para un inmenso desarrollo de la producción industrial y agrícola.

Discurso ante la Conferencia Suprema de Estado
(25 de enero de 1956).

Estamos realizando no sólo una revolución en el sistema social: la transformación de la propiedad privada en propiedad social, sino también una revolución en la técnica: la transformación de la producción artesanal en producción moderna, mecanizada y en gran escala. Ambas revoluciones se hallan ligadas entre sí. En la agricultura, dadas las condiciones de nuestro país, la cooperativización debe preceder al empleo de la gran maquinaria (en los países capitalistas la agricultora se desarrolla de modo capitalista). De ahí que en ningún cave podamos considerar la industria y la agricultora, la industrialización socialista y la transformación socialista de la agricultura, como dos cosas separadas y aisladas una de otra, ni podamos destacar una y subestimar la otra.

Sobre el problema de la cooperativización agrícola
(31 de julio de 1955),
[Obras Escogidas, t. V].

El nuevo sistema social acaba de establecerse y su consolidación requiere tiempo. No se puede suponer que el nuevo sistema, junto con establecerse, quede totalmente consolidado, cosa que es imposible. Se irá consolidando paso a paso. Para su consolidación definitiva, es necesario no sólo llevar a cabo la industrialización socialista del país y perseverar en la revolución socialista en el frente económico, sino también realizar una lucha revolucionaria socialista y una educación socialista constantes y arduas en los frentes político e ideológico. Aparte de ello, se requiere la contribución de diversos factores internacionales.

Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido
Comunista de China sobre el Trabajo de Propaganda
(12 de marzo de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

En China, la lucha para afianzar el sistema socialista, la lucha para decidir si vencerá el socialismo o el capitalismo, llevará todavía un período histórico muy largo. Pero todos debemos comprender que el nuevo sistema, el socialista, será consolidado ineluctablemente. Construiremos un país socialista con una industria, una agricultura, una ciencia y una cultura modernas.

Ibíd.

El número de intelectuales hostiles a nuestro Estado es muy reducido. Les disgusta nuestro Estado, la dictadura del proletariado, y suspiran por la vieja sociedad. Cuando se les presenta la oportunidad, provocan disturbios e intentan derrocar al Partido Comunista y restaurar la vieja China. Entre el camino proletario y el burgués, entre el camino socialista y el capitalista, optan tercamente por el última. Y como este camino es impracticable, en realidad están dispuestos a entregarse al imperialismo, al feudalismo y al capitalismo burocrático. Estos individuos se encuentran en los círculos políticos, industriales y comerciales, culturales y docentes, científico-tecnológicos y religiosos, y son extremadamente reaccionarios.

Ibíd.

Problema serio es la educación del campesinado. La economía campesina es dispersa, y la socialización de la agricultura, a juzgar por la experiencia de la Unión Soviética, requerirá un tiempo largo y un trabajo minucioso. Sin la socialización de la agricultura, no habrá un socialismo completo y sólido.

Sobre la dictadura democrática popular
(30 de junio de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

Debemos tener la convicción de que, primero, las grandes masas campesinas están dispuestas a marchar paso a paso por el camino socialista bajo la dirección del Partido, y, segundo, el Partido es capaz de dirigir al campesinado por este camino. Estos dos puntos constituyen la esencia de la cuestión, la corriente principal.

Sobre el problema de la cooperativización agrícola
(31 de julio de 1955),
[Obras Escogidas, t. V].

Los organismos dirigentes de las cooperativas deben establecer en su seno el predominio de los campesinos pobres y los nuevos campesinos medios de la capa inferior, dejando como fuerza auxiliar a los antiguos campesinos medios de la capa inferior y a los antiguos y nuevos campesinos de la capa superior. Sólo así se podrá, en conformidad con la política del partido, alcanzar la unidad entre los campesinos pobres y los medios, consolidar las cooperativas, fomentar la producción y llevar a cabo correctamente la transformación socialista de todo el campo. De otra manera, será imposible la unidad entre los campesinos medios y los campesinos pobres, la consolidación de las cooperativas, el desarrollo de la producción y la transformación socialista de todo el campo.

Nota de introducción al artículo
"Cómo el predominio en la cooperativa agrícola de
Wutang cantón de Kaoshan distrito de Changsha, pasó
de los campesinos medios a los campesinos pobres"
[Septiembre y diciembre de] (1955),
El auge socialista en el campo chino
[Obras Escogidas, t. V].

Es necesario unirse con los campesinos medios, y es erróneo no hacerlo. Mas, en quién deben apoyarse la clase obrera y el Partido Comunista en las zonas rurales para unirse con los campesinos medios y llevar a cabo la transformación socialista de todo el campo? Desde luego que únicamente en los campesinos pobres. Así fue cuando se desplegó la lucha contra los terratenientes y se realizó la reforma agraria, y así es hoy, cuando se desarrolla la lucha contra los campesinos ricos y los de más elementos capitalistas para llevar a cabo la transformación socialista de la agricultora. En las etapas iniciales de ambos períodos revolucionarios, los campesinos medios se muestran vacilantes. Resuelven incorporarse a la revolución sólo después de percibir la tendencia general de los acontecimientos y el próximo triunfo de la revolución. Los campesinos pobres deben trabajar entre los campesinos medios y ganárselos, para que la revolución vaya ampliándose de día en día hasta la victoria final.

Nota de introducción al artículo
"La lección del surgimiento de la 'cooperativa de
los campesinos medios' y la 'cooperativa de los
campesinos pobres' en el distrito de Fúan"
[Septiembre y diciembre de](1955),
El auge socialista en el campo chino
[Obras Escogidas, t. V].

Entre los campesinos acomodados se observa una grave tendencia al capitalismo. Esta tendencia se extenderá como una inundación si descuidamos en lo más mínimo nuestro trabajo político entre los campesinos, ya sea durante el movimiento de cooperativización o durante un muy largo periodo posterior.

Nota de introducción al artículo
"Es necesario luchar resueltamente
contra la tendencia al capitalismo"
[Septiembre y diciembre de](1955),
El auge socialista en el campo chino
[Obras Escogidas, t. V].

El movimiento de cooperativización agrícola ha sido, desde su comienzo mismo, una seria lucha ideológica y política. No se puede crear ninguna cooperativa sin pasar por esta lucha. Para poder construir un sistema social completamente nuevo en el sitio del viejo sistema, hay que limpiar el lugar. Invariablemente, los residuos de las viejas ideas que reflejan el viejo sistema subsisten por largo tiempo en la conciencia de la gente, y no ceden con facilidad. Una cooperativa, después de establecida, tiene que pasar por muchas otras luchas antes de llegar a su consolidación. Incluso entonces, puede fracasar apenas relaje sus esfuerzos.

Nota de introducción al artículo
"Una grave lección"
[Septiembre y diciembre de](1955),
El auge socialista en el campo chino
[Obras Escogidas, t. V].

Durante los últimos años, las fuerzas espontáneas del capitalismo han venido aumentando diariamente en el campo; en todas partes, han surgido nuevos campesinos ricos y muchos campesinos medios acomodados procuran hacerse campesinos ricos. Por otro lado, multitud de campesinos pobres siguen en la miseria por escasez de medios de producción: algunos han endeudado y otros han vendido su sierra o la han arrendado. Si se deja que esta tendencia siga su curso, se irá agravando día a día la polarización en el campo. Los campesinos que hayan perdido su tierra y los que continúen en la pobreza, se quejarán de que hacemos poco para salvarlos de la ruina o ayudarlos a salir de las dificultades. También se sentirán descontentos con nosotros los campesinos medios acomodados que se dirigen hacia el capitalismo, pues jamás podremos satisfacer sus demandas, a menos que, queramos emprender el camino capitalista. En tales circunstancias, puede permanecer sólida la alianza obrero-campesina? Claro que no. Este problema sólo puede resolverse sobre una base nueva, lo cual significa efectuar paso a paso la transformación socialista de toda la agricultura, simultáneamente con la realización gradual de la industrialización socialista y de la transformación socialista de la artesanía y de la industria y el comercio capitalistas. En otras palabras, significa realizar la cooperativización y eliminar en el campo la economía de los campesinos ricos y la economía individual, para que prospere conjuntamente toda la población rural. Sostenemos que ésta es la única manera de consolidar la alianza obrero-campesina.

Sobre el problema de la cooperativización agrícola
(31 de julio de 1955),
[Obras Escogidas, t. V].

Por planificación total entendemos una planificación que tenga en cuenta a nuestros seiscientos millones de habitantes. Al formular los planes, manejar los asuntos o considerar los problemas, debemos partir del hecho de que China tiene una población de seiscientos millones de personas, hecho que no podemos olvidar jamás.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Además de la dirección del Partido, es factor decisivo nuestra población de seiscientos millones. Más gente significa mayor riqueza de ideas, más entusiasmo y más energía. Las masas populares nunca han estado como ahora tan animadas y tan llenas de audacia y combatividad.

Presentación de una cooperativa
(15 de abril de 1958).

Entre otras características de la población de seiscientos millones de China, se destaca su pobreza y desnudez. Esta parece una cosa malo, pero en realidad es buena. La pobreza impulse el anhelo de cambio, de acción, de revolución. En una hoja de papel en blanco, desnuda, se pueden escribir las palabras más nuevas y hermosas y pintar los cuadros más originales y bellos.

Ibíd.

Después de conquistada la victoria de la revolución china en todo el país y resuelto el problema agrario, existirán todavía dos contradicciones fundamentales en China. La primera, de orden interno, es la contradicción entre la clase obrera y la burguesía; la segunda, de orden externo, en la contradicción entre China y los países imperialistas. En consecuencia, luego de la victoria de la revolución democrática popular, el Poder estatal de la república popular dirigida por la clase obrera no debe debilitarse, sino fortalecerse.

Informe ante la II Sesión Plenaria del Comité Central elegido
en el VII Congreso Nacional del Partido Comunista de China
(5 de marzo de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

No quieren ustedes abolir el Poder estatal? Si, queremos, pero no ahora; no podemos hacerlo todavía.
Por qué? Porque aún existe el imperialismo, porque aún existe la reacción interior, porque aún hay clases en el país. Nuestra tarea actual es fortalecer el aparato del Estado del pueblo -- principalmente el ejército popular, la policía popular y los tribunales populares -- a fin de consolidar la defensa nacional y proteger los intereses del pueblo.

Sobre la dictadura democrática popular
(30 de junio de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

Nuestro Estado es una dictadura democrática popular dirigida por la clase obrera y basada en la alianza obrero-campesina. Para qué esta dictadura? Su primera función es reprimir, dentro del país, a las clases y elementos reaccionarios, a los explotadores que oponen resistencia a la revolución socialista y a los que sabotean nuestra construcción socialista; es decir, resolver las contradicciones internas entre nosotros y el enemigo. Por ejemplo, entra en el radio de acción de nuestra dictadura arrestar y condenar a cierto número de elementos contrarrevolucionarios, y privar por un tiempo determinado de derechos electorales y libertad de expresión a los terratenientes y capitalistas burocráticos. Para mantener el orden público y defender los intereses de las masas populares, es necesario igualmente ejercer la dictadura sobre los ladrones, bandas de malhechores y otros elementos perniciosos que alterar seriamente el orden público. La segunda función de esta dictadura es defender a nuestro país de la subversión y posible agresión de los enemigos exteriores. En este caso, la dictadura toma sobre sí la tarea de resolver la contradicción externa entre nosotros y el enemigo. El objetivo de la dictadura es proteger a todo el pueblo para que pueda dedicarse al trabajo pacífico y transformar a China en un país socialista con una industria, una agricultura, una ciencia y una cultura modernas.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

La dictadura democrática popular necesita la dirección de la clase obrera, porque la clase obrera es la más perspicaz, la más desinteresada y la más consecuentemente revolucionaria. Toda la historia de la revolución prueba que, sin la dirección de la clase obrera, la revolución fracasa, y que, con su dirección, la revolución triunfa.

Sobre la dictadura democrática popular
(30 de junio de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

La dictadura democrática popular se base en la alianza de la clase obrera, el campesinado y la pequeña burguesía urbana y, principalmente, en la alianza de los obreros y los campesinos, porque estas dos clases constituyen del 80 al 90 por ciento de la población de China. El derrocamiento del imperialismo y de los reaccionarios kuomintanistas se debe principalmente a la fuerza de estas dos clases. La transición de la nueva democracia al socialismo depende principalmente de la alianza de estas dos clases.

Ibíd.

La lucha de clases, la lucha por la producción y la experimentación científica son los tres grandes movimientos revolucionarios para construir un poderosos país socialista. Constituyen una garantía real de que los comunistas se verán libres del burocratismo e inmunes al revisionismo y el dogmatismo, y permanecerán siempre invencibles; una garantía segura de que el proletariado, en unión con las amplias masas trabajadoras, podrá llevar adelante la dictadura democrática. Si no se desplegaran estos movimientos y se permitiera salir a escena a los terratenientes, campesinos ricos, contrarrevolucionarios, elementos nocivos y monstruos y demonios, mientras nuestros cuadros cerraran los ojos y muchos, en vez de distinguir entre los enemigos y nosotros, llegaran hasta colaborar con ellos y fueran corrompidos, divididos y desmoralizados por ellos, y, en consecuencia, fueran arrastrados al campo enemigo o los enemigos lograran infiltrarse en nuestras filas, y si muchos de nuestros obreros, campesinos e intelectuales cayeran víctimas de las tácticas blandas o duras del enemigo, entonces no haría falta mucho tiempo, tal vez unos cuantos años, o una década, o varias décadas a lo sumo, para que se produjera fatalmente una restauración contrarrevolucionaria a escala nacional, el partido marxista-leninista se transformara en partido revisionista o en partido fascista, y toda China cambiara de color.

Nota a los Siete buenos documentos de la provincia de Chechiang
acerca de la participación de los cuadros en el trabajo manual
(9 de mayo de 1963),
citada en el artículo
"Acerca del falso comunismo de Jruschov
y sus lecciones históricas para el mundo."

La dictadura democrática popular emplea dos métodos. Con los enemigos, emplea la dictadura, es decir, no les permite, por el período que sea necesario, tomar parte en las actividades políticas y los obliga a obedecer las leyes del Gobierno Popular, a trabajar y a transformarse mediante el trabajo en gente nueva. Con el pueblo, por el contrario, emplea la democracia y no la coacción; es decir, le permite participar en las actividades políticas y no lo obliga a hacer esto o aquello, sino lo educa y persuade por medios democráticos.

Discurso de clausura en la II Sesión del Primer Comité Nacional
de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino
(23 de junio de 1950).

Bajo la dirección del Partido Comunista, el pueblo chino está desplegando un vigoroso movimiento de rectificación a fin de lograr que el socialismo en nuestro país se desarrolle rápidamente y sobre una base aún más sólida. Se trata de un gran debate desplegado en la ciudad y el campo, sobre cuestiones tales como el camino socialista frente al capitalista, el sistema fundamental del Estado y sus importantes principios políticos, el estilo de trabajo de los cuadros del Partido y del Gobierno y el bienestar del pueblo, un debate a escala nacional que se desarrolla en forma dirigida, libremente, presentando hechos y argumentos, un debate con miras a resolver correctamente las contradicciones reales en el seno del pueblo que exigen solución inmediata. Este es un movimiento socialista por la autoeducación y la autotransformación del pueblo.

Discurso en la reunión del Soviet Supremo de
la URSS en conmemoración del 40 aniversario
de la Gran Revolución Socialista de Octubre
(6 de noviembre de 1957).

La grandiosa labor de construcción nos plantea tareas extraordinariamente arduas. Aunque nuestro Partido tiene más de diez millones de militantes, ellos no constituyen sino una exigua minoría de la población total del país. En nuestros organismos estatales y otras instituciones públicas, una gran parte del trabajo tenemos que confiarlo a trabajadores qué no militan en el Partido. Si no sabemos apoyarnos en las masas populares, si no sabemos colaborar con los trabajadores que no militan en el Partido, no podremos cumplir bien nuestro trabajo. A la vez que seguimos fortaleciendo la unidad de todo el Partido, debemos continuar reforzando la unidad de todas las nacionalidades, clases democráticas, partidos democráticos y organizaciones populares, fortaleciendo y ampliando nuestro Frente Unico Democrático Popular. En cualquier sector de nuestro trabajo, debemos eliminar concienzudamente cualquier manifestación negativa que perjudique la unidad entre el Partido y el pueblo.

Discurso de apertura en el VIII Congreso
Nacional del Partido Comunista de China
(15 de septiembre de 1956)
[Obras Escogidas, t. V].

IV. EL TRATAMIENTO CORRECTO
DE LAS CONTRADICCIONES
EN EL SENO DEL PUEBLO



Existen ante nosotros dos tipos de contradicciones sociales: contradicciones entre nosotros y el enemigo y contradicciones en el seno del pueblo. Estos dos tipos de contradicciones son de naturaleza completamente distinta.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Para comprender acertadamente los dos diferentes tipos de contradicciones, es necesario, ante todo, precisar qué se entiende por pueblo y qué por enemigo. (...) En la etapa actual, período de edificación del socialismo, integran el pueblo todas las clases, capas y grupos sociales que aprueban y apoyan la causa de la construcción socialista y participan en ella; son enemigos del pueblo todas las fuerzas y grupos sociales que oponen resistencia a la revolución socialista y se muestran hostiles a la construcción socialista o la sabotean.

Ibíd.

En las condiciones actuales de China, las contradicciones en el seno del pueblo comprenden las contradicciones dentro de la clase obrera, dentro del campesinado y dentro de la intelectualidad; las contradicciones entre la clase obrera y el campesinado, entre los obreros y campesinos, por una parte, y los intelectuales, por otra; las contradicciones entre la clase obrera y los demás trabajadores, por una parte, y la burguesía nacional, por otra; las contradicciones dentro de la burguesía nacional, etc. Nuestro Gobierno Popular es un gobierno que representa realmente los intereses del pueblo, un gobierno que sirve al pueblo. Sin embargo, entre él y las mesas populares también existen ciertas contradicciones. Estas incluyen las contradicciones entre los intereses estatales, los intereses colectivos y los intereses individuales, entre la democracia y el centralismo, entre dirigentes y dirigidos, y entre el estilo burocrático de trabajo de ciertos trabajadores gubernamentales y las masas. Todas éstas también son contradicciones en el seno del pueblo. Hablando en términos generales, las contradicciones en el seno del pueblo existen sobre la base de la identidad fundamental de los intereses de éste.

Ibíd.

Las contradicciones entre nosotros y el enemigo son antagónicas. En el seno del pueblo, las contradicciones entre las masas trabajadoras no son antagónicas, mientras que las contradicciones entre la clase explotada y la explotadora, además de su aspecto antagónico, tienen su aspecto no antagónico.

Ibíd.

Cómo juzgar, en el marco de la vida política de nuestro pueblo, si son correctas o erróneas nuestras palabras y actos? Consideramos que, con arreglo a los principios de nuestra Constitución, la voluntad de la aplastante mayoría de nuestro pueblo y las posiciones políticas comunes proclamadas en varias ocasiones por los partidos y grupos políticos de nuestro país, se pueden formular, en términos generales, los siguientes criterios:
1) Las palabras y actos deben contribuir a unir, y no a dividir, a los pueblos de nuestras distintas nacionalidades;
2) Deben favorecer, y no perjudicar, la transformación y la construcción socialistas;
3) Deben contribuir a consolidar, y no a minar o debilitar, la dictadura democrática popular;
4) Deben contribuir a afianzar, y no a socabar o debilitar, el centralismo democrático;
5) Deben contribuir a fortalecer, y no a destacar o debilitar, la dirección del Partido Comunista;
6) Deben favorecer, y no perjudicar, la unidad socialista internacional y la unidad de los pueblos de todo el mundo amantes de la paz.
De estos seis criterios, los más importantes son el camino socialista y la dirección del Partido.

Ibíd.

La eliminación de los contrarrevolucionarios es una lucha, una contradicción, entre nosotros y el enemigo. Dentro del pueblo, hay gentes que consideran esta cuestión desde un punto de vista algo distinto. Dos tipos de personas tienen criterios diferentes del nuestro. Las que, con una mentalidad derechista, en vez dé establecer una distinción entre nosotros y el enemigo, toman al enemigo por gente nuestra; consideran amigos a los que las grandes masas miran como enemigos. Las que, con una mentalidad izquierdista, exageran el alcance de las contradicciones entre nosotros y el enemigo hasta el punto de tomar como tales ciertas contradicciones en el seno del pueblo y considerar contrarrevolucionarias a personas que en realidad no lo son. Ambas concepciones son erróneas. Con ninguna de ellas se puede tratar correctamente el problema de la eliminación de los contrarrevolucionarios, ni apreciar en su justo valor nuestra labor a este respecto.

Ibíd.

Las contradicciones cualitativamente diferentes sólo pueden resolverse por métodos cualitativamente diferentes. Por ejemplo: la contradicción entre el proletariado y la burguesía se resuelve por medio de la revolución socialista; la contradicción entre las masas populares y el sistema feudal, por medio de la revolución democrática; la contradicción entre las colonias y el imperialismo, por medio de la guerra revolucionaria nacional ; la contradicción entre la clase obrera y el campesinado en la sociedad socialista, por medio de la colectivización y la mecanización de la agricultura; las contradicciones en el seno del Partido Comunista, por medio de la crítica y la autocrítica; la contradicción entre la sociedad y la naturaleza, por medio del desarrollo de las fuerzas productivas. (...) Resolver contradicciones diferentes por métodos diferentes es un principio que los marxista-leninistas deben observar rigurosamente.

Sobre la contradicción
(agosto de 1937),
Obras Escogidas, t. I.

Las contradicciones entre nosotros y el enemigo y las existentes en el seno del pueblo, por ser de diferente naturaleza, deben resolverse por diferentes métodos. En pocas palabras, en cuanto a las primeras, la cuestión es establecer una distinción clara entre nosotros y el enemigo, y en cuanto a las segundas, establecer una distinción precisa entre lo correcto y lo erróneo. Por supuesto que distinguir entre nosotros y el enemigo es también cuestión de distinguir entre lo correcto y lo erróneo. Por ejemplo, la cuestión de precisar quién tiene razón: nosotros o los reaccionarios interiores y exteriores, el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático, se refiere asimismo a distinguir entre lo correcto y lo erróneo, pero se diferencia, por su naturaleza, de las cuestiones relativas a lo correcto y lo erróneo en el seno del pueblo.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Los problemas de carácter ideológico y los problemas de controversia en el seno del pueblo, pueden resolverse únicamente por el método democrático, por medio de la discusión, la crítica, la persuasión y educación, y no por métodos coactivos o represivos.

Ibíd.

A fin de poder dedicarse fructíferamente a la producción y al estudio y vivir en un ambiente de orden, el pueblo exige que su Gobierno y los dirigentes de la producción y de las organizaciones culturales y educativas dicten apropiadas disposiciones administrativas con carácter obligatorio. Es de sentido común que sin ellas resulta imposible mantener el orden público. Las órdenes administrativas y el método de persuasión y educación se complementan mutuamente en la solución de las contradicciones en el seno del pueblo. Las disposiciones administrativas dictadas con el fin de mantener el orden público, deben ir acompañadas de la persuasión y educación, ya que, en muchos casos, aquéllas no dan resultado por sí solas.

Ibíd.

La burguesía y la pequeña burguesía exteriorizarán indefectiblemente su ideología. Se expresarán, obstinadamente y por todos los medios posibles, en las cuestiones políticas e ideológicas. No se puede esperar que no procedan así. No debemos impedir mediante coacción que se manifiestan; al contrario, debemos permitirles que lo hagan y, al mismo tiempo, debatir con ellos y someterlos a una crítica adecuada. Está fuera de dude que debemos criticar las ideas erróneas de toda índole. Por supuesto que es inadmisible abstenerse de criticar las ideas equivocadas, contemplar con indiferencia cómo se difunden por todas partes y permitirles monopolizar el mercado. Todo error debe ser criticado y toda hierba venenosa, arrancada. Sin embargo, la crítica no ha de ser dogmática; no hay que emplear el método metafísico, sino esforzarse por aplicar el método dialéctico. Lo que se necesita es análisis científico y argumentos plenamente convincentes.

Ibíd.

Es necesario criticar los defectos del pueblo, (...) pero al hacerlo, debemos adoptar verdaderamente la posición del pueblo y hablar llenos del ardiente deseo de protegerlo y educarlo. Tratar a los camaradas como a enemigos es pasarse a la posición del enemigo.

Intervenciones en el Foro de Yenán sobre Literatura y Arte
(mayo de 1942),
Obras Escogidas, t. III.

La contradicción y la lucha son universales y absolutas, pero los métodos para resolver las contradicciones, esto es, las formas de lucha, varían según el carácter de las contradicciones. Algunas contradicciones tienen un carácter antagónico abierto, mientras otras no. De acuerdo con el desarrollo concreto de las cosas, algunas contradicciones, originalmente no antagónicas, se desarrollan y transforman en antagónicas, mientras otras, originalmente antagónicas, se desarrollan y transforman en no antagónicas.

Sobre la contradicción
(agosto de 1937),
Obras Escogidas, t. I.

En circunstancias regulares, las contradicciones en el seno del pueblo no son antagónicas. Sin embargo, pueden llegar a serlo si no las tratamos como es debido o si aflojamos nuestra vigilancia y nos adormecemos políticamente. En un país socialista, semejante caso no pasa de ser, por lo común, un fenómeno parcial y transitorio. Esto se explica porque ya se ha abolido el sistema de explotación del hombre por el hombre y los intereses del pueblo son, en lo fundamental, idénticos.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

En nuestro país, la contradicción entre la clase obrera y la burguesía nacional pertenece a la categoría de las contradicciones en el seno del pueblo. La lucha de clases entre la clase obrera y la burguesía nacional es, en general, una lucha de clases dentro de las filas del pueblo, porque la burguesía nacional de China tiene un doble carácter. En el período de la revolución democrático-burguesa, su carácter era, por un lado, revolucionario y, por el otro, conciliador. En el período de la revolución socialista, uno de los aspectos de su carácter es la explotación de la clase obrera para obtener ganancias, y el otro, su apoyo a la Constitución y su disposición a aceptar la transformación socialista. La burguesía nacional se diferencia de los imperialistas, la clase terrateniente y la burguesía burocrática. La contradicción entre la clase obrera y la burguesía nacional, como contradicción entre explotados y explotadores, es antagónica por naturaleza. Sin embargo, en las condiciones concretes de China, esta contradicción antagónica entre las dos clases, si la tratamos apropiadamente, puede transformarse en no antagónica y ser resuelta por medios pacíficos. Pero se convertirá en contradicción entre nosotros y el enemigo si no la tratamos como es debido, si no aplicamos la política de unirnos con la burguesía nacional, criticarla y educarla, o si la burguesía nacional no acepta esta política nuestra.

Ibíd.

La rebelión contrarrevolucionaria en Hungría, en 1956, es un caso en que los reaccionarios dentro de un país socialista, en confabulación con los imperialistas y explotando las contradicciones en el seno del pueblo, fomentaron disensiones y provocaron desórdenes, en el intento de alcanzar sus designios conspirativos. Merece la atención de todos esta lección de los acontecimientos de Hungría.

Ibíd.

V. GUERRA Y PAZ



La guerra, que ha existido desde la aparición de la propiedad privada y las clases, es la forma más alta de lucha para resolver las contradicciones entre clases, naciones, Estados o grupos políticos, cuando estas contradicciones han llegado a una determinada etapa de su desarrollo.

Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de China
(diciembre de 1936),
Obras Escogidas, t. I.

La guerra es la continuación de la política. En este sentido, la guerra es política, y es en sí misma una acción política. No ha habido jamás, desde los tiempos antiguos, ninguna guerra que no tuviese un carácter político. (...)
Pero la guerra tiene sus características peculiares, y en este sentido, no es igual a la política en general. La guerra es la continuación de la política por otros medios. Cuando la política llega a cierta etapa de su desarrollo, más allá de la cual no puede proseguir por los medios habituales, estalla la guerra para barrer el obstáculo del camino. (...) Cuando sea eliminado el obstáculo y conseguido nuestro objetivo político, terminará la guerra. Mientras no se elimine por completo el obstáculo, la guerra tendrá que continuar hasta que se logre totalmente el objetivo. (...) Se puede decir entonces que la política es guerra sin derramamiento de sangre, en tanto que la guerra es política con derramamiento de sangre.

Sobre la guerra prolongada
(mayo de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

La historia demuestra que las guerras se dividen en dos clases: las justas y las injustas. Todas las guerras progresistas son justas, y todas las que impiden el progreso son injustas. Los comunistas nos oponemos a todas las guerras injustas, que impiden el progreso, pero no estamos en contra de las guerras justas, progresistas. Los comunistas, lejos de oponernos a estas últimas, participamos activamente en ellas. En cuanto a las guerras injustas, la Primera Guerra Mundial es un caso en que ambos bandos pelearon por intereses imperialistas; por lo tanto, los comunistas del mundo entero se opusieron resueltamente a ella. La forma de combatir una guerra de este tipo es hacer cuanto se pueda por prevenirla antes de que estalle y, si llega a estallar, oponer la guerra a la guerra, oponer la guerra justa a la guerra injusta, siempre que ello sea posible.

Ibíd.

En la sociedad de clases, las revoluciones y las guerras revolucionarias son inevitables; sin ellas, es imposible realizar saltos en el desarrollo social y derrocar a las clases dominantes reaccionarias para que el pueblo conquiste el Poder.

Sobre la contradicción
(agosto de 1937),
Obras Escogidas, t. I.

La guerra revolucionaria es una antitoxina, que no sólo destruirá el veneno del enemigo, sino que también nos depurará de toda inmundicia. Toda guerra justa, revolucionaria, está dotada de una fuerza inmensa, capaz de transformar muchas cosas o abrir el camino a su transformación. La guerra chino-japonesa transformará a China y al Japón. Siempre que China persista en la Guerra de Resistencia y en el frente único, el viejo Japón será convertido en un nuevo Japón, y la vieja China, en una nueva China, y tanto en China como en el Japón hombres y cosas se transformarán en el curso de esta guerra y después de ella.

Sobre la guerra prolongada
(mayo de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

Todos los comunistas tienen que comprender esta verdad: El Poder nace del fusil.

Problemas de la guerra y de la estrategia
(6 de noviembre de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

La tarea central y la forma más alta de toda revolución es la tome del Poder por medio de la fuerza armada, es decir, la solución del problema por medio de la guerra. Este principio marxista-leninista de la revolución tiene validez universal, tanto en China como en los demás países.

Ibíd.

Sin la lucha armada, en China no habrá lugar para el proletariado, ni para el pueblo, ni para el Partido Comunista, y la revolución no podrá triunfar. Es en medio de guerras revolucionarias que nuestro Partido se ha desarrollado, consolidado y bolchevizado en los dieciocho años pasados; sin la lucha armada, el Partido Comunista no habría llegado a ser lo que es hoy. Ningún camarada del Partido debe olvidar jamás esta experiencia que hemos pagado con sangre.

Presentación de 'El Comunista'
(4 de octubre de 1939),
Obras Escogidas, t. II.

Según la teoría marxista del Estado, el ejército es el principal componente del Poder estatal. Quienquiera que desee tomar el Poder estatal y retenerlo, tiene que contar con un poderoso ejército. Cierta gente nos ridiculiza calificándonos de partidarios de la teoría de la omnipotencia de la guerra. Sí, somos partidarios de la teoría de la omnipotencia de la guerra revolucionaria; eso no es malo; es bueno, marxista. Con sus fusiles, los comunistas rusos crearon el socialismo. Nosotros crearemos una república democrática. La experiencia de la lucha de clases en la era del imperialismo nos demuestra que sólo mediante la fuerza del fusil la clase obrera y las demás masas trabajadoras pueden derrotar a la burguesía y la clase terrateniente armadas; en este sentido cabe afirmar que sólo con el fusil se puede transformar el mundo entero.

Problemas de la guerra y de la estrategia
(6 de noviembre de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

Somos partidarios de la abolición de la guerra; no deseamos la guerra. Pero la guerra sólo se puede abolir mediante la guerra. Para acabar con los fusiles, se debe empuñar el fusil.

Ibíd.

La guerra, ese monstruo de matanza entre los hombres, será finalmente liquidada, en un futuro no lejano, por el progreso de la sociedad humano. Pero sólo hay un medio para eliminarla: oponer la guerra a la guerra, oponer la guerra revolucionaria a la guerra contrarrevolucionaria, oponer la guerra revolucionaria nacional a la guerra contrarrevolucionaria nacional y oponer la guerra revolucionaria de clase a la guerra contrarrevolucionaria de clase. (...) Cuando la sociedad humana llegue a una etapa en que sean eliminados las clases y los Estados, ya no habrá guerras, contrarrevolucionarias o revolucionarias, injustas o justas. Esa será la era de la paz eterna para la humanidad. Al estudiar las leyes de la guerra revolucionaria partimos de la aspiración a eliminar todas las guerras. He aquí la línea divisoria entre nosotros, los comunistas, y todas las clases explotadoras.

Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de China
(diciembre de 1936),
Obras Escogidas, t. I.

Nuestro país y los demás países socialistas necesitan la paz; también la necesitan los pueblos de todos los países del mundo. Los únicos que ansían la guerra y no quieren la paz son los grupos del capital monopolista del puñado de países imperialistas, que se enriquecen con la agresión.

Discurso de apertura en el VIII Congreso
Nacional del Partido Comunista de China
(15 de septiembre de 1956)
[Obras Escogidas, t. V].

Para lograr una paz duradera en todo el mundo debemos continuar desarrollando nuestra amistad y colaboración con todos los países hermanos del campo socialista y reforzar nuestra unidad con todos los países amantes de la paz. Tenemos que esforzarnos por establecer relaciones diplomáticas normales, sobre la base del respeto reciproco a la integridad territorial y a la soberanía de la igualdad de derechos y del provecho mutuo, con todos los países que deseen vivir en paz con nosotros. Tenemos que prestar activo apoyo al movimiento de liberación e independencia nacionales en los países de Asia, Africa y América Latina, así como al movimiento por la paz y a las luchas justas de todos los países del mundo.

Ibíd.

En cuanto a los países imperialistas, debemos unirnos también con sus pueblos y esforzarnos por coexistir pacíficamente con estos países, comerciar con ellos y conjurar toda posible guerra. Sin embargo, de ningún modo debemos abrigar ideas ilusorias respecto a ellos.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Deseamos la paz. Sin embargo, si el imperialismo se empeña en desencadenar una guerra, no tendremos otra alternativa que tomar la decisión de combatir hasta el final y reemprender después nuestra construcción. Si se teme la guerra todos los días, qué hacer cuando ésta finalmente se produzca? Primeramente, he dicho que el viento del Este prevalece sobre el viento del Oeste y que la guerra no estallará, y ahora agrego esta explicación acerca de la situación que surgirá en caso de estallar la guerra. De este modo, ambas posibilidades han sido tomadas en cuenta.

Intervención en la Conferencia de Representantes
de los Partidos Comunistas y Obreros de Moscú
(18 de noviembre de 1957).

En todos los países se discute ahora si estallará o no una tercera guerra mundial. Frente a esta cuestión, también debemos estar espiritualmente preparados y examinarla de modo analítico. Estamos resueltamente por la paz y contra la guerra. No obstante, si los imperialistas insisten en desencadenar una guerra, no debemos sentir temor. Nuestra actitud ante este asunto es la misma que ante cualquier otro desorden: en primer lugar, estamos en contra, en segundo, no lo tememos. Después de la Primera Guerra Mundial apareció la Unión Soviética, con doscientos millones de habitantes; después de la Segunda Guerra Mundial surgió el campo socialista, que abarca a novecientos millones de seres. Puede afirmarse que si, a pesar de todo, los imperialistas desencadenan una tercera guerra mundial, otros centenares de millones pasarán inevitablemente al lado del socialismo, y a los imperialistas no les quedará ya mucho espacio en el mundo; incluso es probable que se derrumbe por completo todo el sistema imperialista.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Provocar disturbios, fracasar, volver a provocar disturbios, fracasar de nuevo, y así hasta la ruina: ésta es la lógica de los imperialistas y de todos los reaccionarios del mundo frente a la causa del pueblo, y nunca marcharán en contra de esta lógica. Esta es una ley marxista. Cuando decimos que el imperialismo es feroz, queremos decir que su naturaleza nunca cambiará, que los imperialistas nunca dejarán de lado sus cuchillas de carnicero ni se convertirán jamás en Budas, y así hasta su ruina.
Luchar, fracasar, volver a luchar, fracasar de nuevo volver otra vez a luchar, y así hasta la victoria: ésta es la lógica del pueblo, y él tampoco marchará jamás en contra de ella. Esta es otra ley marxista. La revolución del pueblo ruso siguió esta ley, y la ha seguido también la revolución del pueblo chino.

Desechar las ilusiones, prepararse para la lucha
(14 de agosto de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

La victoria de ningún modo debe hacernos relajar la vigilancia ante las frenéticas maquinaciones de los imperialistas y sus lacayos, que tratan de tomar venganza. Quienquiera que relaje la vigilancia quedará desarmado políticamente y se verá reducido a una posición pasiva.

Discurso pronunciado en la Reunión Preparatoria
de la Nueva Conferencia Consultiva Política
(15 de junio de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

Los imperialistas y sus lacayos, los reaccionarios chinos, no se resignarán a su derrota en esta tierra nuestra.
Seguirán confabulándose para combatir al pueblo chino por todos los medios posibles. Por ejemplo, enviarán subrepticiamente sus agentes a nuestro país para sembrar discordias y provocar disturbios. Eso es indudable; jamás se olvidarán de hacerlo. Otro ejemplo: los imperialistas instigarán a los reaccionarios chinos, e incluso les brindarán el concurso de sus propias fuerzas, para bloquear los puertos de China. Esto lo harán siempre que les sea posible. Además, si aún ansían aventuras, enviarán parte de sus tropas a invadir u hostigar nuestras zonas fronterizas, cosa que tampoco es imposible. Todo esto debemos tenerlo plenamente en cuenta.
El mundo progresa y el futuro es brillante; nadie puede cambiar esta tendencia general de la historia. Debemos realizar entre el pueblo una propaganda constante sobre los progresos del mundo y su futuro luminoso, para que adquiera confianza en la victoria.

Sobre las negociaciones de Chungching
(17 de octubre de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

Los mandos y combatientes del Ejército Popular de Liberación de ningún modo deben relajar ni en lo más mínimo su voluntad de combate; toda idea que tienda a relajar la voluntad de combate o a subestimar al enemigo, es errónea.

Informe ante la II Sesión Plenaria del Comité Central elegido
en el VII Congreso Nacional del Partido Comunista de China
(5 de marzo de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

VI. EL IMPERIALISMO Y TODOS LOS REACCIONARIOS
SON TIGRES DE PAPEL



Todos los reaccionarios son tigres de papel. Parecen terribles, pero en realidad no son tan poderosos. Visto en perspectiva, no son los reaccionarios sino el pueblo quien es realmente poderoso.

Conversación con la corresponsal
norteamericana Anna Louise Strong
(agosto de 1946),
Obras Escogidas, t. IV.

Así como en el mundo no hay nada sin doble naturaleza (ésta es la ley de la unidad de los contrarios), también el imperialismo y todos los reaccionarios tienen un doble carácter: son a la vez tigres auténticos y tigres de papel. En la historia, antes de conquistar el Poder y durante algún tiempo después de haberlo conquistado, la clase de los esclavistas, la clase terrateniente feudal y la burguesía eran vigorosas, revolucionarias y progresistas; eran tigres auténticos. Pero, con el tiempo, como sus contrarios -- la clase de los esclavos, el campesinado y el proletariado -- crecían y se fortalecían gradualmente, luchaban contra ellas y se volvían más y más formidables, estas clases gobernantes se transformaron poco a poco en su reverso, se transformaron en reaccionarias en retrógradas, en tigres de papel, y finalmente fueron derrocadas, o serán derrocadas, por el pueblo. Las clases reaccionarias, retrógradas y decadentes conservaban este doble carácter incluso en la lucha a muerte que el pueblo sostenía contra ellas. Por una parte, eran tigres auténticos, devoraban a la gente, la devoraban por millones y decenas de millones. La causa de la lucha popular atravesaba un período de dificultades y penalidades y un camino lleno de recodos. En China, para destruir la dominación del imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático el pueblo chino necesitó más de cien años y perdió decenas de millones de vidas antes de lograr la victoria en 1949. Miren! No eran tigres vivos, tigres de hierro, tigres auténticos? Sin embargo, al final se transformaron en tigres de papel, tigres muertos, tigres de requesón de soya. Estos son hechos históricos. No ha visto u oído contar la gente tales hechos? En verdad ha habido millares y decenas de millares de ellos! Millares y decenas de millares! Por lo tanto, el imperialismo y todos los reaccionarios, mirados en su esencia, en perspectiva, desde el punto de vista estratégico, deben ser considerados como lo que son: tigres de papel. En esto se base nuestro concepto estratégico. Por otra parte, también son tigres vivos, tigres de hierro, tigres auténticos, que devoran a la gente. En esto se base nuestro concepto táctico.

Intervención en la reunión del buro Político del Comité Central
del Partido Comunista de China, celebrada en Wuchang
(1° de diciembre de 1958),
véase la nota explicativa a la
Conversación con la corresponsal
norteamericana Anna Louise Strong
Obras Escogidas, t. IV.

He dicho que todos los reaccionarios, tenidos por fuertes, no son más que tigres de papel. La razón es que viven divorciados del pueblo. Miren! No era Hitler un tigre de papel? No fue acaso derribado? También dije que el zar de Rusia, el emperador de China y el imperialismo japonés fueron todos tigres de papel. Como saben ustedes, todos ellos han sido derribados. El imperialismo norteamericano no ha sido derribado aún y tiene la bomba atómica. Estoy seguro de que asimismo será derribado. También es un tigre de papel.

Intervención en la Conferencia de Representantes
de los Partidos Comunistas y Obreros de Moscú
(18 de noviembre de 1957).

Levantar una piedra para dejarla caer sobre los propios pies es un dicho con que los chinos describimos el comportamiento de ciertos estúpidos. Los reaccionarios de todos los países pertenecen a esta especie de estúpidos. En fin de cuentas, sus persecuciones contra el pueblo revolucionario no sirven sino para ampliar e intensificar aún más las revoluciones populares. Acaso las persecuciones del zar de Rusia y Chiang Kai-shek contra los pueblos revolucionarios no cumplieron precisamente esta función propulsora en las grandes revoluciones rusa y china?

Discurso en la reunión del Soviet Supremo de
la URSS en conmemoración del 40 aniversario
de la Gran Revolución Socialista de Octubre
(6 de noviembre de 1957).

El imperialismo norteamericano invadió Taiwán, territorio de nuestro país, y lo ocupa desde hace ya nueve años. Recientemente, ha enviado sus fuerzas armadas a invadir y ocupar el Líbano. Los EE.UU. han establecido, a lo largo del mundo, centenares de bases militares en un gran número de países. El territorio chino de Taiwán, el Líbano y todas las bases militares de los EE.UU. en territorios extranjeros son como dogales echados al cuello del imperialismo norteamericano. Son los mismos norteamericanos, y nadie más, quienes fabricaron esos dogales, se los echaron al cuello y entregaron los extremos de las sogas al pueblo chino, a los pueblos árabes y a los demás pueblos del mundo, que aman la paz y se oponen a la agresión. Mientras más tiempo permanezcan en esos lugares los agresores norteamericanos, más irán apretándose los dogales en torno a su cuello.

Discurso en la Conferencia Suprema de Estado
(8 de septiembre de 1958).

El imperialismo no vivirá mucho porque perpetra toda clase de infamias. Sostiene con obstinación a los reaccionarios de los distintos países, hostiles a los pueblos. Ocupa por la fuerza muchas colonias, semicolonias y bases militares. Amenaza la paz con una guerra atómica. De esta manera, forzada por el imperialismo, más del 90 por ciento de la población mundial se está alzando o se alzará en masa a la lucha contra él. Pero el imperialismo aún está vivo; todavía hace y deshace en Asia, Africa y América Latina. En el mundo occidental, los imperialistas siguen oprimiendo a las masas populares de sus propios países. Esta situación ha de cambiar. Es tarea de los pueblos del mundo entero poner término a la agresión y opresión que realiza el imperialismo, principalmente el imperialismo norteamericano.

Entrevista con un corresponsal de la Agencia de Noticias Sinjua
(29 de septiembre de 1958).

Con su despótica actuación en todas partes, el imperialismo norteamericano se ha convertido en el enemigo de los pueblos del mundo y se ha aislado cada vez más. Nadie que se niegue a ser esclavo se dejará atemorizar por las bombas atómicas y de hidrógeno en manos de los imperialistas norteamericanos. La marejada de indignación de los pueblos del mundo entero contra los agresores norteamericanos es irresistible. La lucha de los pueblos del mundo contra el imperialismo norteamericano y sus lacayos logrará indefectiblemente victorias aún mayores.

Declaraciones de apoyo al pueblo panameño en su justa
lucha patriótica contra el imperialismo norteamericano
(12 de enero de 1964).

Si los grupos del capital monopolista de los EE.UU. se obstinan en llevar adelante su política de agresión y guerra, llegará inevitablemente el día en que sean ahorcados por los pueblos del mundo. Igual suerte correrán los cómplices de los EE.UU.

Discurso en la Conferencia Suprema de Estado
(8 de septiembre de 1958).

En el curso de un largo período hemos llegado a formarnos este concepto para la lucha contra el enemigo: estratégicamente, debemos desdeñar a todos nuestros enemigos, pero tácticamente, debemos tomarlos muy en serio. Es decir, al considerar el todo, debemos despreciar al enemigo, pero tenerlo muy en cuenta en cada una de las cuestiones concretes. Si no despreciamos al enemigo al considerar el todo, caeremos en el error de oportunismo. Marx y Engels no eran más que dos personas, pero ya en su tiempo declararon que el capitalismo seria derribado en todo el mundo. Sin embargo, al enfrentar las cuestiones concretes y a cada uno de los enemigos en particular, si no los tomamos muy en serio, cometeremos el error de aventurerismo. En la guerra, las batallas sólo pueden ser dadas una por una y las fuerzas enemigas, aniquiladas parte por parte. Las fábricas sólo pueden construirse una a una. Los campesinos sólo pueden arar la tierra parcela por parcela. Incluso al comer pasa lo mismo. Desde el punto de vista estratégico, tenemos en poco el comer una comida: estamos seguros de poder terminarla. Pero en el proceso concreto de comer, lo hacemos bocado por bocado. No podemos engullir toda una comida de un golpe. Esto se llama solución por partes. Y en la literatura militar se llama destruir las fuerzas enemigas por separado.

Intervención en la Conferencia de Representantes
de los Partidos Comunistas y Obreros de Moscú
(18 de noviembre de 1957).

Estimo que la situación internacional ha llegado ahora a un nuevo punto de viraje. Actualmente hay dos vientos en el mundo: el viento del Este y el viento del Oeste. Reza un dicho chino: O el viento del Este prevalece sobre el del Oeste, o el viento del Oeste prevalece sobre el del Este. Creo que la situación actual se caracteriza por que el viento del Este prevalece sobre el viento del Oeste. Es decir, las fuerzas del socialismo ya han llegado a ser abrumadoramente superiores a las del imperialismo.

Ibíd.

VII. ATREVERSE A LUCHAR
Y A CONQUISTAR LA VICTORIA



Pueblos de todo el mundo, uníos y derrotad a los agresores norteamericanos y a todos sus lacayos! Pueblos de todo el mundo, tened coraje, atreveos a luchar, desafiad las dificultades y avanzad en oleadas. Así el mundo entero pertenecerá a los pueblos. Los monstruos de toda especie serán liquidados.

Declaración en apoyo al pueblo del Congo (L)
contra la agresión de Los EE.UU.
(28 de noviembre de 1964).

El Partido Comunista de China, habiendo hecho una apreciación serene de la situación internacional y nacional a la luz de la ciencia del marxismo-leninismo, comprendía que todos los ataques de los reaccionarios internos y externos no sólo debían sino que podían ser desbaratados. Al aparecer en el cielo nubarrones oscuros, señalamos que esto no era sino un fenómeno temporal, que la oscuridad pasaría pronto y saldría el sol.

La situación actual y nuestras tareas
(25 de diciembre de 1947),
Obras Escogidas, t. IV.

En la historia de la humanidad, toda fuerza reaccionaria a punto de perecer se lanza invariablemente a una última y desesperada embestida contra las fuerzas revolucionarias; a menudo, algunos revolucionarios se dejan engañar durante cierto tiempo por este poderío aparente que encubre las entrañas podridas, y no logran ver el hecho esencial de que el enemigo se aproxima a su fin, en tanto que ellos mismos se acercan a la victoria.

El punto de viraje en la Segunda Guerra Mundial
(12 de octubre de 1942),
Obras Escogidas, t. III.

Si ellos (el Kuomintang) combaten, los liquidaremos definitivamente. Así es como se presentan las cosas: si nos atacan y los destruimos, se sentirán satisfechos; si los destruimos un poco, un poco satisfechos; si los destruimos más, más satisfechos todavía; si los destruimos por completo, completamente satisfechos. Los problemas de China son complejos, y nuestros cerebros deben funcionar también con cierta complejidad. Si nos atacan, combatiremos en respuesta; combatiremos para conquistar la paz.

Sobre las negociaciones de Chungching
(17 de octubre de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

Si el enemigo nos ataca y las condiciones son favorables para combatirlo, nuestro Partido actuará ciertamente en defensa propia para liquidarlo resuelta, definitiva, cabal y totalmente ( no lanzarse al combate temerariamente, sino con la seguridad de vencer). De ningún modo debemos dejarnos intimidar par la arrogancia de los reaccionarios.

Circular del Comité Central del Partido Comunista de
China sobre Las negociaciones de paz con el Kuomintang
(26 de agosto de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

En lo que concierne a nuestro deseo, no quisiéramos combatir ni un solo día. Pero si las circunstancias nos obligan a luchar, podemos hacerlo hasta el fin.

Conversación con la corresponsal
norteamericana Anna Louise Strong
(agosto de 1946),
Obras Escogidas, t. IV.

Estamos por la paz. Pero, mientras el imperialismo norteamericano no renuncie a sus arrogantes e irrazonables exigencias, ni a sus designios siniestros de extender la agresión, la única decisión posible para el pueblo chino es continuar la lucha al lado del pueblo coreano. No es que seamos belicistas. Estamos dispuestos a poner fin a la guerra inmediatamente y dejar los demás problemas para resolverlos más tarde. Pero el imperialismo norteamericano no quiere hacerlo así. Pues bien, que continúe el combate! Estamos preparados para combatir al imperialismo norteamericano cuantos años desee, combatirlo hasta que quiera parar, hasta la victoria completa de los pueblos chino y coreano.

Discurso pronunciado en la IV Sesión del Primer Comité Nacional
de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino
(7 de febrero de 1953).

Debemos extirpar de nuestras files toda idea que sea expresión de flaqueza e impotencia. Es erróneo todo punto de vista que sobreestime la fuerza del enemigo y subestime la del pueblo.

La situación actual y nuestras tareas
(25 de diciembre de 1947),
Obras Escogidas, t. IV.

Los pueblos y naciones oprimidos no deben, en modo alguno, confiar su liberación a la sensatez del imperialismo y sus lacayos. Sólo podrán lograr la victoria fortaleciendo su unidad y perseverando en su lucha.

Declaración contra la agresión al Sur de Vietnam y la matanza
de su pueblo por la camarilla EE.UU.-Ngo Dinh Diem
(29 de agosto de 1963).

Sea cual fuere el momento en que estalle esta guerra civil de amplitud nacional, debemos encontrarnos bien preparados. Si se produce pronto, digamos mañana por la mañana, también tenemos que estar preparados. Ese es el primer punto. En la actual situación internacional y nacional es posible que durante algún tiempo la guerra civil se mantenga limitada y con un carácter local. Ese es el segundo punto. Para lo primero debemos prepararnos, lo segundo es lo que existe desde hace tiempo. En resumen, debemos estar preparados. Si lo estamos, podremos afrontar apropiadamente toda clase de situaciones complicadas.

La situación y nuestra política después de la
victoria en la Guerra de Resistencia contra el Japón
(13 de agosto de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

VIII. LA GUERRA POPULAR



La guerra revolucionaria es la guerra de las masas, y sólo puede realizarse movilizando a las masas y apoyándose en ellas.

Preocupémonos par el bienestar de las masas,
prestemos atención a nuestros métodos de trabajo
(27 de enero de 1934),
Obras Escogidas, t. I.

Cuál es la verdadera muralla de hierro? Son las masas, los millones y millones de hombres que apoyan con toda sinceridad la revolución. Esta es la verdadera muralla de hierro, que ninguna fuerza podrá romper, podrá en absoluto romper. La contrarrevolución no logrará destruirnos; por el contrario, nosotros la destruiremos a ella. Uniendo a los millones y millones de hombres del pueblo en torno al gobierno revolucionario y desarrollando nuestra guerra revolucionaria, podremos aniquilar toda contrarrevolución y tomar el Poder en toda China.

Ibíd.

El más rico manantial de fuerza para librar la guerra está en las masas populares. El Japón se atreve a atropellarnos principalmente porque las masas populares de China no están organizadas. Cuando este defecto sea superado, el agresor japonés se verá rodeado por los centenares de millones de hombres de nuestro pueblo en pie, y, como un búfalo salvaje que irrumpe en un cerco de fuego, se estremecerá de pavor a nuestras solas voces y morirá abrasado en las llamas.

Sobre la guerra prolongada
(mayo de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

Como los imperialistas cometen tantos atropellos contra nosotros, tenemos que tratarlos con toda seriedad. No solamente debemos poseer un poderoso ejército regular, sino también organizar contingentes de milicia popular en todas partes, de modo que los imperialistas, en caso de agredirnos, difícilmente puedan moverse un solo palmo en nuestro país.

Entrevista con un corresponsal de la Agencia de Noticias Sinjua
(29 de septiembre de 1958).

Desde el punto de vista de la guerra revolucionaria en su conjunto, la guerra de guerrillas populares y las operaciones del Ejército Rojo, que es la fuerza principal, se complementan como las dos manos del hombre. Contar sólo con la fuerza principal, o sea, el Ejército Rojo, sin desarrollar la guerra popular de guerrillas, significaría luchar con una solo mano. En términos concretas, y especialmente desde el punto de vista de las operaciones militares, cuando hablamos de la población de la base de apoyo como un factor, queremos decir que contamos con un pueblo armada. Esta es la razón fundamental por la cual el enemigo considera peligroso aproximarse a nuestra base de apoyo.

Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de China
(diciembre de 1936),
Obras Escogidas, t. I.

No cabe duda que el desenlace de una guerra está determinado principalmente por las condiciones militares, políticos, económicas y naturales en que se encuentra cada una de las dos partes beligerantes. Pero no sólo por ellas; está determinado también por la capacidad subjetiva de las partes beligerantes para dirigir la guerra. Un jefe militar no puede pretender ganar la guerra traspasando los limites impuestos por las condiciones materiales, pero si puede y debe esforzarse par vencer dentro de tales límites. El escenario de acción para un jefe militar está construido sobre las condiciones materiales objetivas, pero en este escenario puede dirigir magnificas acciones de épica grandiosidad.

Ibíd.

El objetivo de la guerra no es otro que conservar las fuerzas propias y destruir las enemigas (destruir las fuerzas enemigas significa desarmarlas o privarlas de su capacidad para resistir, y no significa aniquilarlas todas físicamente). En las guerras antiguas, se usaban la lanza y el escudo: la lanza para atacar y destruir las fuerzas enemigas, y el escudo para defenderse y conservarse a si mismo. Hasta hoy, las armas no son más que una extensión de la lanza y el escudo. El bombardero, la ametralladora, el cañón de largo alcance y los gases tóxicos son desarrollos de la lanza, en tanto que el refugio antiaéreo, el casco de acero, las defensas de hormigón y la careta antigás, lo son del escudo. El tanque es una nueva arma que combina las funciones de la lanza y el escudo. El ataque es el medio principal para destruir las fuerzas enemigas, pero no se puede prescindir de la defensa. El ataque se realiza con el objetivo inmediato de aniquilar las fuerzas del enemigo, pero al mismo tiempo para conservar las fuerzas propias, porque si no aniquilas al enemigo, serás aniquilado. La defensa tiene como objetivo inmediato conservar las fuerzas propias, pero al mismo tiempo es un media de complementar el ataque o prepararse para pasar al ataque. La retirada pertenece a la categoría de la defensa y es una continuación de ésta, en tanto que la persecución es una continuación del ataque. Hay que señalar que la destrucción de las fuerzas enemigas es el objetivo primario de la guerra y la conservación de las fuerzas propias, el secundario, porque sólo se puede conservar eficazmente las fuerzas propias destruyendo las enemigas en gran número. Por lo tanto, el ataque, como media principal para destruir las fuerzas del enemigo, es lo primario, en tanto que la defensa, como media auxiliar para destruir las fuerzas enemigas y como uno de los medios para conservar las fuerzas propias, es lo secundario. Es cierto que en la práctica de la guerra, la defensa desempeña el papel principal en muchas ocasiones, mientras que en las demás lo desempeña el ataque, pero si la guerra se considera en su conjunto, el ataque sigue siendo lo primario.

Sobre la guerra prolongada
(mayo de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

Todos los principios orientadores de las operaciones militares provienen de un solo principio básico: esforzarse al máximo par conservar las fuerzas propias y destruir las del enemigo. (...) Cómo explicar entonces la promoción del espíritu heroico de autosacrificio en la guerra? Toda guerra impone un precio, a veces sumamente elevado. No se contradice esto con el principio de conservar las fuerzas propias? En rigor no hay contradicción alguna; para decirlo con mayor exactitud, los dos aspectos son contrarios que se complementan. Porque el sacrificio es necesario no sólo para aniquilar las fuerzas del enemigo, sino también para conservar las propias; la no conservación (sacrificio o pago del precio) parcial y temporal es indispensable para la conservación permanente de las fuerzas propias en su conjunto. De este principio básico se desprende la serie de principios que guían todas las operaciones militares, desde los principios de tiro (ponerse a cubierto para conservarse y emplear al máximo la potencia de fuego para aniquilar al enemigo) hasta los principios estratégicos: todos ellos están impregnados del espíritu de ese principio fundamental. Todos los principios relativos a la técnica militar, a la táctica, a las campañas y a la estrategia, están orientados a asegurar la realización de este principio básico. El principio de conservar las propias fuerzas y destruir las del enemigo es la base de todos los principios militares.

Problemas estratégicos de la guerra de guerrillas contra el Japón
(mayo de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

He aquí nuestros principios militares:
1. Asestar golpes primero a las fuerzas enemigas dispersas y aisladas, y luego a las fuerzas enemigas concentradas y poderosas.
2. Tomar primero las ciudades pequeñas y medianas y las vastas zonas rurales, y luego las grandes ciudades.
3. Tener por objetivo principal el aniquilamiento de la fuerza viva del enemigo y no el mantenimiento o conquista de ciudades o territorios. El mantenimiento o conquista de una ciudad o un territorio es el resultado del aniquilamiento de la fuerza viva del enemigo, y, a menudo, una ciudad o territorio puede ser mantenido o conquistado en definitiva sólo después de cambiar de manos repetidas veces.
4. En cada batalla, concentrar fuerzas absolutamente superiores (dos, tres, cuatro y en ocasiones hasta cinco o seis veces las fuerzas del enemigo), cercar totalmente las fuerzas enemigas y procurar aniquilarlas por completo, sin dejar que nadie se escape de la red. En circunstancias especiales, usar el método de asestar golpes demoledores al enemigo, esto es, concentrar todas nuestras fuerzas para hacer un ataque frontal y un ataque sobre uno o ambos flancos del enemigo, con el propósito de aniquilar una parte de sus tropas y desbaratar la otra, de modo que nuestro ejército pueda trasladar rápidamente sus fuerzas para aplastar otras tropas enemigas. Hacer lo posible par evitar las batallas de desgaste, en las que lo ganado no compensa lo perdido o sólo resulta equivalente. De este modo, aunque somos inferiores en el conjunto (hablando en términos numéricos), somos absolutamente superiores en cada caso y en cada batalla concreta, y esto nos asegura la victoria en las batallas. Con el tiempo, llegaremos a ser superiores en el conjunto y finalmente liquidaremos a todas las fuerzas enemigas.
5. No dar ninguna batalla sin preparación, ni dar ninguna batalla sin tener la seguridad de ganarla; hacer todos los esfuerzos para estar bien preparados para cada batalla, hacer todo lo posible para que la correlación existente entre las condiciones del enemigo y las nuestras nos asegure la victoria.
6. Poner en pleno juego nuestro estilo de lucha: valentía en el combate, espíritu de sacrificio, desprecio a la fatiga y tenacidad en los combates continuos (es decir, entablar combates sucesivos en un corto lapso y sin tomar repose).
7. Esforzarse por aniquilar al enemigo en la guerra de maniobras. Al mismo tiempo, dar importancia a la táctica de ataque a posiciones con el propósito de apoderarse de los puntos fortificados y ciudades en manos del enemigo.
8. Con respecto a la toma de las ciudades, apoderarse resueltamente de todos los puntos fortificados y ciudades débilmente defendidas por el enemigo. Apoderarse, en el momento conveniente y si las circunstancias lo permiten, de todos los puntos fortificados y ciudades que el enemigo defienda con medianas fuerzas. En cuanto a los puntos fortificados y ciudades poderosamente defendidos por el enemigo, tomarlos cuando las condiciones para ello hayan madurado.
9. Reforzar nuestro ejército con todas las armas y la mayor parte de los hombres capturados al enemigo. La fuente principal de los recursos humanos y materiales para nuestro ejército está en el frente.
10. Aprovechar bien el intervalo entre dos campañas para que nuestras tropas descansen, se adiestren y consoliden. Los períodos de descanso, adiestramiento y consolidación no deben, en general, ser muy prolongados para no dar, hasta donde sea posible, ningún respiro al enemigo.
Estos son los principales métodos que emplea el Ejército Popular de Liberación para derrotar a Chiang Kai-shek. Han sido forjados por el Ejército Popular de Liberación en largos años de lucha contra los enemigos nacionales y extranjeros, y corresponden completamente a nuestra situación actual. (...) Nuestra estrategia y táctica se basan en la guerra popular y ningún ejército antipopular puede utilizarlas.

La situación actual y nuestras tareas
(25 de diciembre de 1947),
Obras Escogidas, t. IV.

Sin preparación, la superioridad de fuerzas no es superioridad real ni puede haber tampoco iniciativa. Sabiendo esta verdad, una fuerza inferior pero bien preparada, a menudo puede derrotar a una fuerza enemiga superior mediante ataques por sorpresa.

Sobre la guerra prolongada
(mayo de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

IX. EL EJERCITO POPULAR



Sin un ejército popular, nada tendrá el pueblo.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Este ejército es fuerte porque todos sus hombres poseen una disciplina consciente; ellos se han unido y luchan, no por los intereses privados de unos cuantos individuos o de un estrecho grupo, sino por los intereses de las amplias masas populares y de toda la nación. El único propósito de este ejército es mantenerse firmemente junta al pueblo chino y servirlo de todo corazón.

Ibíd.

El Ejército Rojo de China es una organización armada que ejecuta las tareas políticas de la revolución. Especialmente en el momento actual, el Ejército Rojo de ningún modo debe limitarse a combatir; además de combatir para destruir las fuerzas militares del enemigo, debe tomar sobre sí importantes tareas, tales como hacer propaganda entre las masas, organizar a las masas, armarlas, ayudarlas a establecer el Poder revolucionario, y hasta establecer organizaciones del Partido Comunista. El Ejército Rojo no combate meramente por combatir, sino para hacer propaganda entre las masas, organizar a las masas, armarlas y ayudarlas a establecer el Poder revolucionario. Sin estos objetivos, el combate perderá su sentido, y el Ejército Rojo, su razón de ser.

Sobre la rectificación de las ideas erróneas en el Partido
(diciembre de 1929),
Obras Escogidas, t. I.

El Ejército Popular de Liberación es siempre un destacamento de combate. Aun después de la victoria nacional, continuará siéndolo durante el período histórico en que aún no hayan sido abolidas las clases en nuestro país y exista en el mundo el sistema imperialista. Respecto a este punto no debe haber ningún malentendido ni vacilación.

Informe ante la II Sesión Plenaria del Comité Central elegido
en el VII Congreso Nacional del Partido Comunista de China
(5 de marzo de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

Tenemos un ejército de combate y un ejército de trabajo. Nuestro ejército de combate lo constituyen el VIII Ejército y el Nuevo 4. Cuerpo de Ejército. No obstante, incluso este ejército de combate cumple dos tareas: combate y se dedica a la producción. Contando con estos dos ejércitos, y siendo el ejército de combate diestro en ambas tareas y en el trabajo de masas, superaremos nuestras dificultades y derrotaremos al imperialismo japonés.

Organicémonos
(29 de noviembre de 1943),
Obras Escogidas, t. III.

Nuestra defensa nacional será consolidada y no permitiremos que ningún imperialista vuelva a invadir nuestro territorio. Nuestras fuerzas armadas populares deben ser conservadas y ampliadas sobre la base del valeroso y probado Ejército Popular de Liberación. Dispondremos no sólo de un poderoso ejército, sino también de una aviación y una marina poderosas.

Discurso de apertura en la I Sesión Plenaria de la
Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino
(21 de septiembre de 1949).

Nuestro principio es: el Partido manda al fusil, y jamás permitiremos que el fusil mande al Partido.

Problemas de la guerra y de la estrategia
(6 de noviembre de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

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