Discursos y Citas de MAO TSE-TUNG

"Discursos de Mao"
Frases pronunciadas por Mao Tse-Tung

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Todos nuestros mandos y combatientes deben tener siempre en cuenta que somos el gran Ejército Popular de Liberación, ejército dirigido par el gran Partido Comunista de China. A condición de que observemos constantemente las directivos del Partido, alcanzaremos la victoria.

Manifiesto del Ejército Popular de Liberación de China
(octubre de 1947),
Obras Escogidas, t. IV.

El sistema de comités del Partido es una importante institución partidaria que garantiza la dirección colectiva e impide que una solo persona acapare la gestión de los asuntos. Recientemente, se ha averiguado que en algunos organismos dirigentes (desde luego, no en todos) es práctica habitual que una sola persona acapare la gestión de los asuntos y resuelva los problemas importantes. En lugar de hacerlo la reunión del comité del Partido, una sola persona decide la solución de los problemas importantes, y los miembros del comité están allí únicamente para cubrir las formalidades. Las divergencias entre los miembros del comité no logran resolverse y se dejan pendientes por largo tiempo. Los miembros del comité del Partido mantienen entre sí una unidad sólo formal, y no real. Hay que cambiar esta situación. En adelante, es necesario establecer un sano sistema de reuniones del comité del Partido en todas partes, desde los burós del Comité Central hasta los comités de prefectura del Partido, desde los comités de frente hasta los comités de brigada, así como en los órganos del Partido de las zonas militares (subcomisiones de la Comisión Militar Revolucionaria o grupos dirigentes) y en los grupos dirigentes del Partido en los organismos gubernamentales, organizaciones populares, agencia de noticias y periódicos. Todos los problemas de importancia (no, desde luego, los problemas"insignificantes ni aquéllos cuya solución, ya discutida y acordada en las reuniones, sólo necesita ponerse en práctica) deben someterse al comité para su discusión, de modo que los miembros del comité presentes expresen sin reservas su opinión y lleguen a claras y precisas decisiones, que luego serán ejecutadas por los miembros correspondientes. (...) Las reuniones del comité del Partido deben ser de dos clases, que no hay que confundir: reuniones del comité permanente y sesiones plenarias. Además, es necesario cuidar que entre la dirección colectiva y la responsabilidad personal no se exagere una de ellas desatendiendo la otra. En el ejército, los jefes tienen derecho a tomar decisiones de urgencia durante las operaciones y cuando las circunstancias lo exigen.

Sobre el fortalecimiento del sistema de comités del Partido
(20 de septiembre de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.

El secretario de un comité del Partido debe saber actuar como un buen jefe de escuadra. Un comité del Partido tiene de diez a veinte miembros; es como una escuadra del ejército, y el secretario, como el jefe de la escuadra. Por cierto, no es fácil dirigir bien esta escuadra. Cada buró o subburó del Comité Central dirige actualmente una vasta región y asume tareas muy pesadas. Dirigir no significa tan sólo decidir la orientación general y las medidas políticas específicas, sino también establecer los métodos de trabajo correctos. Aun cuando sean correctas la orientación general y las medidas políticas específicas, pueden surgir complicaciones si se desatienden los métodos de trabajo. Para cumplir su tarea de dirección, un comité del Partido debe apoyarse en los hombres de la escuadra y hacerles desempeñar plenamente su papel. Para ser un buen jefe de escuadra, el secretario debe estudiar mucho e investigar a fondo. Al secretario o subsecretario le será difícil dirigir bien a los hombres de la escuadra si no se preocupa de realizar una labor de propaganda y organización entre ellos, si no sabe mantener buenas relaciones con los miembros del comité ni estudia cómo conducir con éxito las reuniones. Si los hombres de la escuadra no marchan a compás, que ni piensen en dirigir decenas de millones de personas en el combate y en la construcción! Claro está que las relaciones entre el secretario y los miembros del comité se fundan sobre el principio de que la minoría debe someterse a la mayoría y, por lo tanto, difieren de las relaciones entre un jefe de escuadra y sus hombres. Decimos esto sólo a modo de analogía.

¡Error!Referencia de hipervínculo no válida.(13 de marzo de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.


Colocar los problemas sobre la mesa. Esto lo deben hacer no sólo el jefe de la escuadra, sino también los miembros del comité. No se debe hablar a espaldas de la gente. Cuando surge algún problema, hay que celebrar una reunión, colocar el problema sobre la mesa para discutirlo y tomar decisiones, y el problema será resuelto. Si existen problemas y no se colocan sobre la mesa permanecerán sin resolver por largo tiempo y hasta seguirán pendientes durante años. Entre el jefe de la escuadra y los miembros del comité debe haber mutua comprensión. Nada hay más importante que la comprensión, el apoyo y la amistad entre el secretario y los miembros del comité, entre el Comité Central y sus burós, así como entre éstos y los comités regionales del Partido.

Ibíd.

Intercambiar informaciones. Esto quiere decir que los miembros de un comité del Partido deben mantenerse mutuamente informados e intercambiar opiniones sobre los asuntos que hayan llegado a su conocimiento.
Esto es de gran importancia para lograr un lenguaje común. Algunos no lo hacen así y, como los vecinos de que habla Laotsi, no se visitan durante toda la vida, aunque cada uno oye el canto de los gallos y el ladrido de los perros de los otros. El resultado es que carecen de un lenguaje común.

Ibíd.

Consultar a los subordinados sobre lo que no se comprenda o no se conozca, y no expresar con ligereza aprobación o desaprobación. (...) Nunca debemos fingir saber lo que no sabemos; no hay que sentir verg¸enza de consultar a los de abajo, por el contrario, debemos escuchar las opiniones de los cuadros de los niveles inferiores. Ser alumno antes de llegar a ser maestro. Consultar a los cuadros de abajo antes de dar órdenes. (...) Lo que dicen los cuadros inferiores puede ser correcto y puede no serlo; es preciso analizarlo. Debemos escuchar las opiniones justas y actuar en concordancia con ellas. (...) Hay que escuchar también las opiniones equivocadas de abajo y es erróneo no prestarles ninguna atención; pero, en vez de seguirlas, es necesario criticarlas.

Ibíd.

Aprender a tocar el piano. Al tocar el piano se mueven los diez dedos; no se puede mover sólo algunos y no los demás. No obstante, si pulsamos el teclado con los diez dedos a la vez, no saldrá ninguna melodía. Para producir buena música, los diez dedos deben moverse de manera rítmica y coordinada. El comité del Partido debe asir firmemente la tarea central y, al mismo tiempo, desplegar en torno a ésta el trabajo en otros terrenos. En la actualidad, tenemos que preocuparnos de muchos campos; debemos atender al trabajo en todas las regiones, unidades militares y departamentos, y no fijar nuestra atención únicamente en algunos problemas, dejando de lado los demás. Dondequiera que haya un problema, tenemos que pulsar la tecla correspondiente: éste es un método que debemos dominar. Algunos tocan bien el piano y otros mal, y hay una gran diferencia entre las melodías que producen unos y otros. Los camaradas de los comités del Partido deben aprender a tocar el piano bien.

Ibíd.

Asir firmemente. Es decir, el comité del Partido no sólo debe asir sus tareas principales sino que las debe asir firmemente. Se puede empuñar algo sólo cuando se lo agarra con firmeza, sin aflojar en lo más mínimo. Asir, pero no firmemente, es lo mismo que no asir. Naturalmente, no se puede empuñar nada con la mano abierta. Tampoco se empuña nada cuando se cierra la mano como para tomar algo, sin apretarla con fuerza. Algunos de nuestros camaradas toman en sus manes las tareas principales, pero no lo hacen con fuerza y, por eso, no pueden realizar un buen trabajo. No asir, no se puede; asir sin firmeza, tampoco.

Ibíd.

Tener las cifras en la cabeza. Es decir, debemos prestar atención al aspecto cuantitativo de una situación o problema y hacer un análisis cuantitativo básico. Toda calidad se manifiesta en una cantidad determinada, sin cantidad no puede haber calidad. Hasta la fecha, muchos de nuestros camaradas todavía no comprenden que deben prestar atención al aspecto cuantitativo de las cosas: las estadísticas básicas, los principales porcentajes y los límites cuantitativos que determinan las calidades de las cosas. No tienen las cifras en la cabeza y, en consecuencia, no pueden evitar errores.

Ibíd.

Bando a la población. Hay que anunciar con anticipación las reuniones; esto es como colocar un bando a la población, para que todo el mundo sepa qué se va a discutir y qué problemas hay que resolver y pueda prepararse con tiempo. En algunos lugares se convocan reuniones de cuadros sin tener listos de antemano los informes ni los proyectos de resolución, y se los improvisa, mal que bien, cuando ya han llegado los participantes; esto recuerda el dicho: Han llegado las tropas y los caballos, pero no está lista la comida ni el forraje. Eso no es bueno. No hay que apresurarse a convocar una reunión si no se ha preparado bien.

Ibíd.

Menos pero mejores tropas, y una administración más simple. Charlas, discursos, artículos y resoluciones, todo debe ser claro y conciso. Del mismo modo, las reuniones no deben ser demasiado largas.

Ibíd.

Prestar atención a unirse en el trabajo con los camaradas cuyas opiniones difieren de las propias. Hay que tener presente este principio tanto en los organismos locales como en el ejército. Esto también se aplica a nuestras relaciones con las personas no pertenecientes al Partido. Hemos venido desde todos los rincones del país y debemos saber unirnos en el trabajo no sólo con los camaradas que comparten nuestras opiniones, sino también con los que sostienen opiniones diferentes.

Ibíd.

Guardarse de la arrogancia. Este es un problema de principio para todo dirigente, y es también una importante condición para mantener la unidad. No deben ser arrogantes ni siquiera quienes no hayan cometido errores graves y hayan logrado grandes éxitos en su trabajo.

Ibíd.

Trazar dos líneas divisorias. Primero, entre la revolución y la contrarrevolución, entre Yenán y Sían*. Algunos no comprenden que es preciso trazar esta línea divisoria. Por ejemplo, cuando combaten el burocratismo, hablan de Yenán como si aquí no hubiera nada bueno, y no hacen la comparación ni la distinción entre el burocratismo en Yenán y el burocratismo en Sían. Cometen así un error fundamental. Segundo, dentro de las filas de la revolución es necesario hacer una clara distinción entre lo justo y lo erróneo, entre los éxitos y las deficiencias, y, además, poner en claro cuál de los dos aspectos es el principal y cuál el secundario. Por ejemplo, representan los éxitos el 30 ó el 70 por ciento? No está bien subestimarlos, tampoco lo está exagerarlos. Hay que evaluar en forma global el trabajo de una persona y establecer si sus éxitos representan el 30 por ciento y sus errores el 70 por ciento, o a la inversa. Si los éxitos llegan al 70 por ciento, el trabajo de dicha persona debe ser aprobado en lo esencial. Sería enteramente incorrecto considerar los errores como lo principal cuando lo son, en realidad, los éxitos. Al examinar los problemas nunca debemos olvidarnos de trazar estas dos líneas divisorias: entre la revolución y la contrarrevolución, entre los éxitos y las deficiencias. Si tenemos presentes estas dos líneas divisorias, las cosas marcharán bien; de otro modo confundiremos la naturaleza de los problemas. Desde luego, establecer bien estas líneas divisorias requiere estudio y análisis cuidadosos. Debemos adoptar una actitud de análisis y estudio hacia cada persona y cada cuestión.

Ibíd.

[* Yenán fue la sede del Comité Central del Partido Comunista de China desde enero de 1937 a marzo de 1947; Sian era el centro de la dominación reaccionaria del Kuomintang en el Noroeste de China. El camarada Mao Tse-tung cita aquí las dos ciudades como símbolos de la revolución y de la contrarrevolución.]
En el plano orgánico, se asegurará la democracia bajo una dirección centralizada. Esto se realizará conforme a las siguientes líneas:
1) Los organismos dirigentes del Partido, a fin de erigirse en auténticos centros de dirección, deben trazar una línea correcta de orientación y encontrar soluciones cuando surgen problemas.
2) Los organismos superiores deben conocer bien la situación de los organismos inferiores y la vida de las masas, a fin de tener una base objetiva para dirigir con acierto.
3) Ningún organismo del Partido, cualquiera que sea su nivel, debe resolver los problemas a la ligera. Toda decisión, una vez adoptada, debe ponerse en práctica con firmeza.
4) Todas las decisiones de alguna importancia de los organismos superiores del Partido, serán transmitidas cuanto antes a los organismos inferiores y a los militantes de filas del Partido. (...).
5) Los organismos inferiores y los militantes de filas del Partido deben discutir en detalle las directivas de los organismos superiores, con el objeto de comprender a fondo su significado y determinar los métodos para llevarlas a efecto.

Sobre la rectificación de las ideas erróneas en el Partido
(diciembre de 1929),
Obras Escogidas, t. I.



El pueblo, y sólo el pueblo, es la fuerza motriz que hace la historia mundial.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Las masas son los verdaderos héroes, en tanto que nosotros somos a menudo pueriles y ridículos; sin comprender esto, no podremos adquirir ni los conocimientos más elementales.

Prefacio y epílogo a 'Investigación rural'
(marzo y abril de 1941),
Obras Escogidas, t. III.

Las masas populares poseen un poder creador ilimitado. Pueden organizarse y dirigir sus esfuerzos hacia los lugares y sectores de trabajo donde puedan poner en pleno juego su energía; pueden dirigir sus esfuerzos, tanto en extensión como en profundidad , hacia la producción y crear para sí un creciente número de instituciones de bienestar.

Nota de introducción al artículo
"El excedente de mano de obra ha encontrado una salida"
[Septiembre y diciembre de] (1955),
El auge socialista en el campo chino
[Obras Escogidas, t. V].

El actual ascenso del movimiento campesino es un acontecimiento grandioso. Dentro de poco, centenares de millones de campesinos en las provincias del centro, el Sur y el Norte de China se levantarán como una tempestad, un huracán, una fuerza tan impetuosa y violenta que nada, por poderoso que sea, podrá contener. Romperán todas las trabas y se lanzarán por el camino de la liberación. Sepultarán a todos los imperialistas, caudillos militares, funcionarios corruptos, déspotas locales y shenshi malvados*. Todos los partidos y camaradas revolucionarios serán sometidos a prueba ante los campesinos y tendrán que decidir a qué lado colocarse. Hay tres alternativas. Ponerse al frente de ellos y dirigirlos? Quedarse a su zaga gesticulando y criticando? Salirles al paso y combatirlos? Cada chino es libre de optar entre estas tres alternativas, pero los acontecimientos le obligarán a elegir rápidamente.

[* Los déspotas locales y los shenshi malvados eran los terratenientes campesinos ricos, funcionarios retirados u hombres ricos en la vieja sociedad china quienes, aprovechándose de su influencia y poder, hacían y deshacían a su antojo en el campo o la ciudad. Como representantes políticos de la clase terrateniente en las localidades controlaban el Poder local y manejaban los pleitos judiciales, se entregaban a la corrupción y llevaban una vida disoluta, cometían toda clase de fechorías y oprimían cruelmente al pueblo.]

Informe sobre la investigación del movimiento campesino en Junán
(marzo de 1927),
Obras Escogidas, t. I.

El auge de la transformación social en el campo, de la cooperativización agrícola, se observa ya en algunas zonas y pronto se extenderá a todo el país. Se trata de un vasto movimiento revolucionario socialista que abarca a más de quinientos millones de habitantes rurales, movimiento de singular importancia mundial. Debemos dirigirlo de manera activa, entusiasta y sistemática, y no hacerlo retroceder por un medio u otro. En el curso del movimiento se producen inevitablemente ciertas desviaciones, lo cual es comprensible, y no será difícil corregirlas. Los defectos o errores que se observen entre los cuadros y los campesinos, pueden ser superados o subsanados por ellos si les brindamos una ayuda activa.

Sobre el problema de la cooperativización agrícola
(31 de julio de 1955),
[Obras Escogidas, t. V].

Existe latente en las masas un entusiasmo inagotable por el socialismo. Los que sólo saben seguir los caminos rutinarios aun en un periodo revolucionario, son absolutamente incapaces de percibir este entusiasmo. Están ciegos, todo es tinieblas delante suyo. A veces llegan hasta llamar erróneo a lo justo y confundir lo negro con lo blanco. Acaso son pocas las personas de este tipo con que nos hemos encontrado? Los que sólo saben seguir los caminos trillados subestiman invariablemente el entusiasmo del pueblo. Cuando aparece una cosa nueva, la desaprueban y se precipitan a combatirla para admitir más tarde su derrota y hacerse un poco de autocrítica. Pero, ante la próxima cosa nueva, repiten de punta a cabo el mismo proceso. Esta es su manera de actuar frente a toda cosa nueva. Tales personas se ven siempre en la pasividad, nunca avanzan en los momentos críticos, y siempre hay que propinarles un fuerte empujón para que den un paso adelante.

Nota de introducción al artículo
"Este cantón consumó la cooperativización en dos años"
[Septiembre y diciembre de] (1955),
El auge socialista en el campo chino
[Obras Escogidas, t. V].

Durante más de veinte años, nuestro Partido ha llevado adelante diariamente el trabajo de masas, y desde hace más de diez años, viene hablando a diario de la línea de masas. Siempre hemos sostenido que la revolución debe apoyarse en las masas populares y contar con la participación de todos, y nos hemos opuesto a que se confíe sólo en unas cuantas personas que dictan órdenes. Sin embargo, algunos camaradas todavía no aplican a fondo la línea de masas en su trabajo; todavía se apoyan sólo en unas pocas personas y trabajan en un frío y quieto aislamiento. Una de las razones es que, cualquier cosa que hagan, nunca se muestran dispuestos a explicarla a los que ellos dirigen, y no saben cómo despertar su iniciativa y energía creadora. Subjetivamente, quieren que todos participen en el trabajo, pero no les dan a conocer lo que deben hacer ni la forma de hacerlo. De esta manera, cómo puede esperarse que todos se pongan en movimiento y que las cosas se hagan bien? Para resolver este problema, lo esencial es, naturalmente, llevar a cabo una educación ideológica en el espíritu de la línea de mesas; al mismo tiempo, es necesario enseñar a esos camaradas muchos métodos concretes de trabajo.

Charla a Los redactores del "Diario de Shansí-Suiyuán"
(2 de abril de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.

La experiencia de los últimos veinticuatro años nos demuestra que toda tarea, política y estilo de trabajo correctos responden a las demandas de las masas en un tiempo y lugar determinados y nos unen con ellas, y que toda tarea, política y estilo de trabajo incorrectos van en contra de las demandas de las masas en determinado tiempo y lugar y nos apartan de ellas. Enfermedades tales como el dogmatismo, el empirismo, el autoritarismo, el seguidismo, el sectarismo, el burocratismo y la arrogancia en el trabajo son indefectiblemente perjudiciales e intolerables y toda persona que las padezca tiene que superarlas, porque ellas nos alejan de las masas.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Para mantenernos vinculados con las masas, debemos actuar de acuerdo con sus necesidades y deseos. En todo trabajo que se realice para las masas, se requiere partir de sus necesidades y no del buen deseo de un individuo. Sucede con frecuencia que objetivamente las masas necesitan un cambio determinado, pero que subjetivamente no tienen todavía conciencia de esa necesidad y no están dispuestas o decididas a realizarlo. En tales circunstancias, debemos esperar con paciencia. No debemos realizar el cambio hasta que, por efecto de nuestro trabajo, la mayor parte de las masas haya adquirido conciencia de la necesidad de ese cambio y tenga el deseo y la decisión de hacerlo. De otro modo, nos aislaremos de las masas. Todo trabajo que requiera la participación de las masas resultará ser una mera formalidad y terminará en el fracaso si las masas no están conscientes de la necesidad de ese trabajo ni se muestran dispuestas a participar en él. (...) He aquí dos principios: uno es las necesidades reales de las masas, y no necesidades imaginadas par nosotros, y el otro, el deseo de las masas y la decisión que toman ellas mismas y no la que tomemos nosotros en su lugar.

El frente único en el trabajo cultural
(30 de octubre de 1944),
Obras Escogidas. t. III.

Nuestro Congreso debe llamar a todo el Partido a mantenerse vigilante y velar porque ningún camarada en ningún puesto de trabajo se aparte de las masas. Es necesario enseñar a cada camarada a amar a las masas populares y escucharlas atentamente; a identificarse con las masas dondequiera que se encuentre y, en lugar de situarse por encima, sumergirse en ellas; a despertar a las masas y elevar su conciencia política de acuerdo con su nivel del momento, y ayudarlas, ciñéndose al principio de plena voluntariedad, a organizarse gradualmente y a desplegar paso a paso todas las luchas necesarias que permitan las condiciones internas y externas en un tiempo y lugar determinados.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Si tratáramos de pasar a la ofensiva cuando las masas aún no despiertan, esto seria aventurerismo. Si insistiéramos en conducir a las masas a hacer algo contra su voluntad, iríamos inevitablemente al fracaso. Si no avanzáramos cuando las masas exigen avanzar, esto seria oportunismo de derecha.

Charla a Los redactores del "Diario de Shansí-Suiyuán"
(2 de abril de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.

El autoritarismo es erróneo en cualquier tipo de trabajo, porque actúa por sobre el nivel de conciencia política de las masas y viola el principio de voluntariedad, reflejando el mal de la precipitación. Nuestros camaradas no deben dar por sentado que lo que ellos comprenden también es comprendido por las masas. Para saber si las masas lo comprenden y están dispuestas a actuar, debemos ir a investigar en media de ellas. Actuando así, podremos evitar el autoritarismo. También es erróneo el seguidismo en cualquier tipo de trabajo, porque significa rezagarse del nivel de conciencia política de las masas y violar el principio dé dirigirlas en su avance, reflejando el mal de la lentitud. Nuestros camaradas no deben suponer que las masas se nos adelantan y están ansiosas de avanzar, mientras que nuestros camaradas son incapaces de actuar como dirigentes de las masas y, reflejando las opiniones de ciertos elementos atrasados y considerándolas equivocadamente como si fueran de las masas, se convierten en cola de esos elementos.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Resumir las ideas de las masas y llevarlas luego a las masas para que éstas perseveren en ellas y las traduzcan en acción, y, de esta manera, formular ideas correctas de dirección: tal es el método fundamental de dirección.

Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección
(1° de junio de 1943),
Obras Escogidas, t. III.

En todo el trabajo práctico de nuestro Partido, toda dirección justa es necesariamente de las masas, a las masas. Esto significa: recorrer las ideas (dispersas y no sistemáticas) de las masas y resumirlas (transformarlas en ideas sintetizadas y sistematizadas mediante el estudio) para luego llevarlas a las masas, propagarlas y explicarlas, de moda que las masas se apropien de ellas, perseveren en ellas y las traduzcan en acción; al mismo tiempo, comprobar en la acción la justeza de esas ideas; luego, volver a resumir las ideas de las masas y a llevarlas a las masas para que perseveren en ellas. Esto se repite infinitamente, y las ideas se tornan coda vez más justas, más vivas y más ricos de contenido. Tal es la teoría marxista del conocimiento.

Ibíd.

Debemos ir a las masas, aprender de ellas, sintetizar sus experiencias y deducir de éstas principios y métodos aún mejores y sistemáticos y, luego, explicarlos a las masas (hacer propaganda entre ellas) y llamarlas a ponerlos en práctica para resolver sus problemas y alcanzar la liberación y la felicidad.

Organicémonos
(29 de noviembre de 1943),
Obras Escogidas, t. III.

En nuestros organismos dirigentes de algunos lugares, hay quienes creen que basta con que los dirigentes conozcan la política del Partido y que no hay necesidad de darla a conocer a las masas. Esta es una de las rezones fundamentales por la cual parte de nuestra labor no ha podido realizarse bien.

Charla a Los redactores del "Diario de Shansí-Suiyuán"
(2 de abril de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.

En todo movimiento de masas, debemos hacer una investigación y un análisis básicos del número de los partidarios activos, de los opositores y de los que mantienen una posición intermedia, y no tomar decisiones sin fundamento ni de manera subjetiva.

Métodos de trabajo de los comités del Partido
(13 de marzo de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

En cualquier lugar, las masas están integradas, en general, por tres categorías de personas: las relativamente activas, las intermedias y las relativamente atrasadas. Por eso, los dirigentes deben saber unir al pequeño número de activistas en torno a la dirección y, apoyándose en ellos, elevar el entusiasmo de los elementos intermedios y ganarse a los atrasados.

Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección
(1° de junio de 1943),
Obras Escogidas, t. III.

Saber convertir la política del Partido en acción de las masas, saber conseguir que no sólo los cuadros dirigentes sino también las grandes masas conozcan y dominen cada movimiento y cada lucha que emprendamos: éste es un arte de dirección marxista-leninista. Es también lo que permite determinar si cometemos o no errores en nuestra labor.

Charla a Los redactores del "Diario de Shansí-Suiyuán"
(2 de abril de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.

Por activo que se muestre el grupo dirigente, su actividad no pasará de ser el infructuoso esfuerzo de un puñado de personas, a menos que sea combinada con la actividad de las masas. Por otra parte, la actividad de las masas, sin un firma grupo dirigente que la organice en forma apropiada, no puede mantenerse mucho tiempo, ni desarrollarse en una dirección justa ni elevarse a un nivel más alto.

Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección
(1° de junio de 1943),
Obras Escogidas, t. III.

La producción de las masas, sus intereses, sus experiencias y su estado de ánimo: todo esto debe ser objeto de la constante atención de los cuadros dirigentes.

Inscripción para la exposición de producción auspiciada
par los organismos subordinados directamente al Comité
Central del Partido Comunista de China y a su Comisión
Militar, Jiefang Ribao de Yenán
(24 de noviembre de 1943).

Debemos prestar profunda atención a los problemas relativos a la vida de las masas, desde los problemas de la tierra y el trabajo hasta los del combustible, el arroz el aceite y la sol. (...) Todos estos problemas relativos a la vida de las masas deben figurar en nuestro orden del día. Es preciso discutirlos y adoptar decisiones sobre ellos, ponerlas en práctica y verificar sus resultados. Debemos ayudar a las masas a comprender que nos otros representamos sus intereses y vivimos la misma vida que ellas. Debemos ayudarlas a que, partiendo de estas cosas, lleguen a la comprensión de las tareas aún más elevadas que hemos planteado, las de la guerra revolucionaria, de manera que apoyen la revolución, la extiendan por todo el país y, respondiendo a nuestros llamamientos políticos, luchan hasta el fin por la victoria de la revolución.

Preocupémonos por el bienestar de las masas,
prestemos atención a nuestros métodos de trabajo
(27 de enero de 1934),
Obras Escogidas, t. I.



En aquel tiempo (durante la Primera Guerra Civil Revolucionaria--1924-1927 -- N. de la Red.) fue instituido en el ejército el sistema de representantes del Partido y de departamentos políticos, sistema desconocido hasta entonces en la historia china y que cambió totalmente la fisonomía del ejército. El Ejército Rojo, fundado en 1927, y el VIII Ejército actual han heredado y desarrollado este sistema.

Entrevista con el corresponsal inglés James Bertram
(25 de octubre de 1937),
Obras Escogidas. t. II.

Sobre la base de la guerra popular y de los principios de unidad entre el ejército y el pueblo, de unidad entre los mandos y los combatientes y de desintegración de las tropas enemigas, el Ejército Popular de Liberación ha desarrollado su vigorosa labor político revolucionaria, que constituye un importante factor para obtener la victoria sobre el enemigo.

La situación actual y nuestras tareas
(25 de diciembre de 1947),
Obras Escogidas, t. IV.

Este ejército (el VIII Ejército y el Nuevo 4° Cuerpo de Ejército -- N. de la Red.) ha creado un sistema de trabajo político indispensable para la guerra popular y cuyo objetivo es promover la unidad en sus propias filas, la unidad con las tropas amigos y la unidad con el pueblo, desintegrar las fuerzas enemigas y garantizar la victoria en el combate.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

El trabajo político es la arteria vital de todo nuestro trabajo económico. Esto es particularmente cierto en el periodo en que el sistema socio-económico experimenta un cambio fundamental.

Nota de introducción al artículo
"Una grave lección"
[Septiembre y diciembre de] (1955),
El auge socialista en el campo chino
[Obras Escogidas, t. V].

La célula del Partido se organiza a nivel de compañía; ésta es una razón importante de por qué el Ejército Rojo se mantiene indestructible en una lucha tan dura.

La lucha en las montañas Chingkang
(25 de noviembre de 1928),
Obras Escogidas, t. I.

El trabajo político del VIII Ejército se rige por tres principios fundamentales. Primero, el principio de unidad entre oficiales y soldados, que significa erradicar las prácticas feudales en el ejército, prohibir los castigos corporales e insultos, implantar una disciplina consciente y crear un modo de vida en que oficiales y soldados comparten penas y alegrías. Gracias a esto, todo el ejército se encuentra estrechamente unido. Segundo, el principio de unidad entre el ejército y el pueblo, que supone observar una disciplina que proscribe hasta el más leve perjuicio a los intereses del pueblo, hacer propaganda entre las masas, organizarlas y armarlas; aliviar sus cargos económicas, y reprimir a los traidores a la patria, que causan daño al ejército y al pueblo. Así el ejército se halla estrechamente unido con el pueblo y es bien acogido en todas partes. Tercero, el principio de desintegrar a las tropas enemigas y tratar con indulgencia a los prisioneros de guerra. Nuestra victoria no depende únicamente de las operaciones militares de nuestras tropas, sino también de la desintegración de las tropas enemigas.

Entrevista con el corresponsal inglés James Bertram
(25 de octubre de 1937),
Obras Escogidas. t. II.

Nuestras tropas deben atenerse a los principios correctos que rigen sus relaciones con el pueblo, con el gobierno y con el Partido, así como las relaciones entre los oficiales y los soldados, entre el trabajo militar y el político y entre los cuadros; jamás deben contaminarse con el caudillismo militar. Los oficiales deben preocuparse por sus soldados y no mostrarse indiferentes hacia ellos ni recurrir a castigos corporales. El ejército debe preocuparse por el pueblo y no perjudicar nunca sus intereses; debe respetar al gobierno y al Partido y jamás independizarse de ellos.

Organicémonos
(29 de noviembre de 1943),
Obras Escogidas, t. III.

Nuestra política hacia los prisioneros capturados a las tropas japonesas, títeres o anticomunistas es ponerlos en libertad a todos, excepto a los que hayan incurrido en el odio profundo de las masas, que no merezcan otra cosa que la pena capital y cuya sentencia haya sido ratificada por las autoridades superiores. Debemos ganar para el servicio de nuestras fuerzas a gran número de los que han sido obligados a incorporarse a las fuerzas reaccionarias y que en mayor o menor grado se sienten inclinados hacia la revolución, y al resto de los prisioneros, dejarlos en libertad. Si vuelven a caer prisioneros, les daremos otra vez la libertad. No debemos insultarlos, ni despojarlos de sus efectos personales ni arrancarles confesiones, sino tratarlos sincera y afablemente. Esta es nuestra política con respecto a todos ellos, no importa cuán reaccionarios sean. Este es un media muy eficaz para aislar al campo reaccionario.

Sobre la política
(25 de diciembre de 1940),
Obras Escogidas, t. II.

Las armas son un factor importante en la guerra, pero no el decisivo. El factor decisivo es el hombre, y no las cosas. Determinan la correlación de fuerzas no sólo el poderío militar y económico, sino también los recursos humanos y la moral. El poderío militar y económico es manejado por el hombre.

Sobre la guerra prolongada
(mayo de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

La bomba atómica es un tigre de papel que los reaccionarios norteamericanos utilizan para asustar a la gente. Parece terrible, pero de hecho no lo es. Por supuesto, la bomba atómica es un arma de matanza en vasta escala, pero el resultado de una guerra lo decide el pueblo y no uno o dos nuevos tipos de armas.

Conversación con la corresponsal
norteamericana Anna Louise Strong
(agosto de 1946),
Obras Escogidas, t. IV.

Los soldados constituyen los cimientos de un ejército. Si el ejército no está imbuido de un espíritu político progresista, si no se realiza, con este objetivo, un trabajo político progresista, será imposible alcanzar una auténtica unidad entre oficiales y soldados, despertar al máximo su entusiasmo por la Guerra de Resistencia y proveer una buena base para que nuestra técnica y nuestra táctica pongan en pleno juego su eficacia.

Sobre la guerra prolongada
(mayo de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

El punto de vista puramente militar está muy difundido entre una parte de los camaradas del Ejército Rojo. Se manifiesta en lo siguiente:
1. Estos camaradas consideran los asuntos militares y la política como opuestos entre sí y se niegan a reconocer que los asuntos militares representan tan sólo uno de los medios para cumplir las tareas políticos. Algunos llegan hasta afirmar que si lo militar marcha bien, lo político naturalmente marchará bien; si lo militar no marcha bien, tampoco marchará bien lo político, así van tan lejos que conceden a los asuntos militares una posición rectora sobre la política.
( . . .)

Sobre la rectificación de las ideas erróneas en el Partido
(diciembre de 1929),
Obras Escogidas, t. I.

La educación ideológica es el eslabón clave que debemos empuñar firmemente en la labor de unir a todo el Partido para la gran lucha política. De no proceder así, el Partido no podrá cumplir ninguna de sus tareas políticas.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

En los últimos tiempos, se ha debilitado la labor ideológica y político entre los intelectuales y jóvenes estudiantes, y han surgido algunas tendencias malsanas. A los ojos de algunos, ya es innecesario preocuparse de la política, del futuro de la patria o los ideales de la humanidad, y el marxismo, que estaba antes tan de moda, ya no lo está tanto. Para contrarrestar estas tendencias, debemos ahora intensificar nuestra labor ideológica y político. Tanto los intelectuales como los estudiantes deben estudiar con ahínco. A la par del estudio de sus especialidades, tienen que progresar ideológica y políticamente, y para eso deben estudiar el marxismo y los problemas políticos y de actualidad. No tener una justa concepción política equivale a no tener alma. (...) Todos los departamentos y organizaciones deben responsabilizarse de la labor ideológica y político. Esto se aplica al Partido Comunista, a la Liga de la Juventud, a los departamentos gubernamentales encargados de esta labor y con mayor motivo, a los directores y profesores de los centros docentes.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Gracias a la educación político, los soldados del Ejército Rojo han adquirido conciencia de clase y conocimientos elementales en lo que atañe a cómo distribuir la tierra, establecer los órganos del Poder, armar a los obreros y campesinos, etc. Saben que están luchando para sí mismos, para la clase obrera y el campesinado. Por lo tanto, soportan sin quejarse las penalidades de la dura lucha. Cada compañía, batallón o regimiento tiene su comité de soldados, que representa los intereses de éstos y realiza el trabajo político y de masas.

La lucha en las montañas Chingkang
(25 de noviembre de 1928),
Obras Escogidas, t. I.

El correcto desarrollo de la campaña de narración de los sufrimientos (sufrimientos infligidos al pueblo trabajador por la vieja sociedad y por los reaccionarios) y de las tres verificaciones (del origen de clase, del cumplimiento del deber y de la voluntad de lucha), elevó en gran medida la conciencia política de los mandos y combatientes de todo el ejército en la lucha por la emancipación de las masas trabajadoras explotadas, por el cumplimiento de la reforma agraria en todo el país y por la destrucción de la pandilla de Chiang Kai-shek enemigo común del pueblo. Al mismo tiempo, fortaleció considerablemente la ya firma cohesión de todos los mandos y combatientes bajo la dirección del Partido Comunista. Sobre esta base, el ejército adquirió un mayor grado de pureza, fortaleció la disciplina, desplegó un movimiento de adiestramiento masivo de las tropas y siguió desarrollando, con una dirección eficaz y en completo orden, la democracia en los terrenos político, económico y militar. De esta forma, el ejército se ha unido como un solo hombre, aportando cada uno sus ideas y sus esfuerzos; no teme ningún sacrificio, sabe vencer las dificultades materiales y da prueba de intrepidez y heroísmo colectivos en la destrucción del enemigo. Semejante ejército será invencible.

Sobre la Gran victoria en el Noroeste y el movimiento de
educación ideológica de nuevo tipo en el Ejército de Liberación
(7 de marzo de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.

En los últimos meses, casi todas las unidades del Ejército Popular de Liberación han utilizado los intervalos entre las batallas para emprender un vasto trabajo de adiestramiento y consolidación. Esta labor se ha llevado a cabo con una dirección eficaz, en complete orden y de manera democrática. Con ello se ha estimulado el fervor revolucionario de las grandes masas de mandos y combatientes, se les ha hecho comprender con claridad el objetivo de la guerra, se han eliminado las tendencias ideológicas incorrectas y los fenómenos indeseables existentes en el ejército, se ha educado a los cuadros y combatientes y ha crecido enormemente la capacidad de combate del ejército. De ahora en adelante, debemos continuar realizando este nuevo tipo de movimiento democrático de masas para la educación ideológica en el ejército.

Discurso pronunciado en una conferencia de
cuadros de la región liberada de Shansi-Suiyuán
(1° de abril de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.

La política educacional del Instituto Militar y Político Antijaponés es: firme y justa orientación política, abnegación y sencillez en el trabajo, flexibilidad y agilidad en la estrategia y la táctica. Estos son los tres elementos indispensables para la formación de un soldado revolucionario antijaponés, y es en concordancia con ellos como el personal del Instituto enseña y los alumnos estudian.

Ser atacado por el enemigo no es una cosa mala sino una cosa buena
(26 de mayo de 1939).

Nuestra nación ha tenido siempre un estilo de lucha tenaz, que debemos desarrollar. (...) El Partido Comunista, en particular, ha propugnado siempre una firme y justa orientación política, (...) Esta orientación es inseparable del estilo de lucha tenaz. Sin una orientación política firma y justa, no es posible promover ese estilo de lucha. Y sin un estilo así, tampoco es posible aplicar una firma y justa orientación político.

Discurso en el acto público de Yenán en
celebración del Día Internacional del Trabajo
(1° de mayo de 1939).

Unidad, dinamismo, seriedad y vivacidad.

Lema para el Instituto Político y Militar Antijaponés.

Lo que realmente cuenta en el mundo es ser concienzudo, y el Partido Comunista se esfuerza por ser el más concienzudo.

Conversación con estudiantes y practicantes chinos en Moscú
(17 de noviembre de 1957).


Nuestro ejército se adhiere invariablemente a dos principios: el primero, debemos ser implacables con el enemigo, aplastarlo y aniquilarlo; el segundo, debemos ser bondadosos y unirnos con los nuestros, con el pueblo, los camaradas, nuestros superiores y subordinados.

Discurso en la recepción ofrecida por el Comité Central
del Partido en honor de la delegación de militares modelo
en el estudio de las Unidades de Retaguardia
(18 de septiembre de 1944).

Venimos de todos los rincones del país y nos une un objetivo revolucionario común. (...) Nuestros cuadros deben preocuparse por cada soldado, y todos los que integran las filas revolucionarias deben cuidarse, tenerse afecto y ayudarse mutuamente.

Servir al pueblo
(8 de septiembre de 1944),
Obras Escogidas, t. III.

Hay que desplegar, en cada unidad del ejército, un movimiento de apoyo a los cuadros y preocupación por los soldados, llamando a los cuadros a preocuparse por los soldados y a éstos a apoyar a los cuadros. Unos y otros deben hacerse ver de manera franca los defectos y errores, y corregirlos rápidamente. De este modo se obtendrá una excelente unidad interna.

Las tareas para 1945
(15 de diciembre de 1944).

Muchos creen que son los métodos erróneos los que provocan tirantez en las relaciones entre oficiales y soldados, y entre ejército y pueblo; pero yo siempre les he dicho que la cuestión reside en la actitud fundamental (o el principio fundamental), que debe ser de respeto a los soldados y al pueblo. De esta actitud nacen la política, los métodos y las maneras apropiados. Si nos apartamos de esta actitud, la política, los métodos y las maneras serán inevitablemente erróneos, y no se lograrán en modo alguno buenas relaciones entre oficiales y soldados y entre ejército y pueblo. Nuestro trabajo político en el ejército tiene tres principios cardinales: primero, unidad entre oficiales y soldados; segundo, unidad entre ejército y pueblo, y tercero, desintegración de las fuerzas enemigas. Para aplicar eficazmente estos principios, hay que partir de la actitud fundamental de respeto a los soldados, al pueblo y a la dignidad humana de los prisioneros de guerra que hayan depuesto las armas. Quienes piensan que no se trata de una actitud fundamental sino de una cuestión técnica están muy equivocados y deben corregir su error.

Sobre la guerra prolongada
(mayo de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

Al actuar entre los trabajadores, los comunistas deben emplear el método democrático de persuasión y educación y en ningún caso adoptar una actitud autoritaria o recurrir a la coacción. El Partido Comunista de China observe fielmente este principio marxista-leninista.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Nuestros camaradas deben comprender que la reeducación ideológica supone un trabajo prolongado, paciente y minucioso, y no pueden pretender que, con unas cuantas conferencias o reuniones, la gente cambie su ideología formada a lo largo de décadas de vida. La única forma de convencer es la persuasión, no la coacción. Esta última jamás logrará convencer a nadie. Es inútil todo intento de convencer por la fuerza. Semejante método puede utilizarse con el enemigo, pero de ningún modo con camaradas o amigos.

Discurso ante la Conferencia Nacional del Partido
Comunista de China sobre el Trabajo de Propaganda
(12 de marzo de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Debemos trazar una línea divisoria entre el enemigo y nosotros, y no adoptar una posición antagónica hacia nuestros camaradas tratándolos como a enemigos. Al hablar, debemos hacerlo con el ardiente deseo de defender la causa del pueblo y de elevar su conciencia política, y en ningún momento ridiculizarlo o atacarlo.

Ibíd.


Ej ejército debe fundirse con el pueblo, de suerte que éste vea en él su propio ejército. Un ejército así será invencible. (...)

Sobre la guerra prolongada
(mayo de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

Hay que hacer comprender a cada camarada que, si nos apoyamos en el pueblo, creemos firmemente en el inagotable poder creador de las masas populares y, por lo tanto, confiamos en el pueblo y nos identificamos con él, podremos superar toda dificultad, y cualquier enemigo, en vez de aplastarnos, será aplastado por nosotros.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Dondequiera que vayan, nuestros camaradas deben establecer buenas relaciones con las masas, preocuparse por ellas y ayudarlas a vencer sus dificultades. Deben unirse con las masas populares, y cuanto más numerosas sean las masas con las que se unan, tanto mejor.

Sobre las negociaciones de Chungching
(17 de octubre de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

En las regiones liberadas, el ejército debe apoyar al gobierno y preocuparse por el pueblo, y los órganos del Poder democrático, por su parte, deben dirigir al pueblo en su esfuerzo por apoyar al ejército y preocuparse por las familias de los combatientes de la Guerra de Resistencia. De esta manera, se harán aún mejores las relaciones entre ejército y pueblo.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

En el ejército debe efectuarse un trabajo ideológico entre todos los mandos y combatientes para que comprendan cabalmente la importancia de apoyar al gobierno y preocuparse por el pueblo. Si el ejército cumple bien este deber, los órganos del Poder locales y la población mejorarán, a su vez, sus relaciones con el ejército.

Orientación de nuestro trabajo para 1946 en las regiones liberadas
(15 de diciembre de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

En las campañas de apoyar al gobierno y preocuparse por el pueblo y de apoyar al ejército y preocuparse por las familias de los combatientes de la Guerra de Resistencia, las unidades del ejército y los organismos del Partido y del gobierno deben examinar a fondo sus respectivos defectos y errores cometidos en 1943, y corregirlos resueltamente en 1944. De ahora en adelante, en el primer mes de cada año lunar, se desarrollarán en todas las bases campañas como éstas. En el curso de ellas, se procederá a leer una y otra vez los compromisos de apoyar al gobierno y preocuparse por el pueblo, y de apoyar al ejército y preocuparse por las familias de los combatientes de la Guerra de Resistencia, y se efectuarán repetidas autocríticas ante las masas por toda arbitrariedad que hayan cometido las tropas en las bases de apoyo contra los cuadros del Partido y del gobierno o contra los civiles, y por las insuficiencias en la atención de éstos hacia las tropas (cada parte se criticará a si misma y no a la otra), para que estos defectos y errores se enmienden definitivamente.

Desplegar en las bases de apoyo las campañas de reducción
de arriendos, de aumento de la producción y de apoyo del
ejército al gobierno y preocupación por el pueblo
(1° de octubre de 1943),
Obras Escogidas, t. III.


Es preciso practicar en un grado apropiado la democracia en el ejército. Lo principal es abolir la práctica feudal de castigos corporales e insultos, y velar porque oficiales y soldados compartan penas y alegrías en la vida cotidiana. Una vez que esto se consiga, será alcanzada la unidad entre oficiales y soldados, aumentará extraordinariamente la capacidad combativo del ejército y no habrá motivo para inquietarse por nuestra capacidad para sostener esta larga y encarnizada guerra.

Sobre la guerra prolongada
(mayo de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

Pese a las duras condiciones de vida y los frecuentes combates, el Ejército Rojo se mantiene tan firme como antes; esto lo explica, además del papel del partido, la práctica de los principios democráticos en el ejército. Los oficiales no golpean a los soldados; oficiales y soldados reciben trato igual; estos últimos gozan de libertad de reunión y de palabra; se ha terminado con las formalidades inútiles, y las finanzas se manejan a la vista de todos. (...) En China, la democracia la necesita no sólo el pueblo, sino también el ejército. El sistema democrático en el ejército es un arma importante para destruir aquellos rasgos propios de los ejércitos mercenarios feudales.

La lucha en las montañas Chingkang
(25 de noviembre de 1928),
Obras Escogidas, t. I.

La orientación del trabajo político en nuestro ejército consiste en desplegar sin reservas la actividad de los soldados, los mandos y el resto del personal, a fin de lograr, mediante un movimiento democrático bajo una dirección centralizada, tres objetivos principales: alto grado de unidad política, mejores condiciones de vida y un nivel superior de habilidad militar y preparación táctica. Las tres verificaciones y las tres rectificaciones[*] que actualmente se llevan a cabo con entusiasmo en las unidades de nuestro ejército, se orientan a lograr los dos primeros objetivos a través de la práctica de la democracia en lo político y económico.
La democracia en lo económico requiere que se asegure a los representantes elegidos por los soldados el derecho de secundar al mando de la compañía (sin pasar por encima de su autoridad) en la administración de las vituallas y otras provisiones.
La democracia en lo militar requiere que se realice, en los períodos de adiestramiento, una instrucción mutua entre oficiales y soldados y entre los mismos sóldados, y que, en los períodos de combate, las compañías celebren reuniones grandes y pequeñas en el frente mismo. Bajo la dirección del mando de la compañía, hay que estimular a los soldados a discutir la manera de atacar y tomar las posiciones enemigas y de cumplir otras tareas del combate. Cuando la lucha se prolonga par algunos días, hay que celebrar varias de tales reuniones. Semejante democracia en lo militar fue practicada con gran éxito en la batalla de Panlung, Norte de Shensí, y en la batalla de Shichiachuang, región de Shansí-Chajar-Jopei. Se ha probado que esta práctica sólo acarrea beneficios y no causa perjuicio alguno.

* [Las tres verificaciones y las tres rectificaciones constituyeron un importante movimiento para la consolidación del Partido y el reforzamiento de la educación ideológica en el ejército, que nuestro Partido efectuó en conexión con la reforma agraria durante la Guerra Popular de Liberación. Las tres verificaciones significaban, en las organizaciones locales del Partido, verificar el origen de la clase, la ideología y el estilo de trabajo y, en el ejército, verificar el origen de clase, el cumplimiento del deber y la voluntad de lucha. Las tres rectificaciones significaban la consolidación de la organización, el fortalecimiento de la educación ideológica y la rectificación del estilo de trabajo.]

El movimiento democrático en el ejército
(30 de enero de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.

El Partido Comunista de China, que está empeñado en una grandiosa lucha, exige a todos sus organismos dirigentes, miembros y cuadros que desplieguen al máximo su iniciativa; sólo así será posible la victoria. Esta iniciativa ha de manifestarse concretamente en el poder creador de los organismos dirigentes, los cuadros y los miembros del Partido, en su sentido de la responsabilidad, en el vigor que pongan en el trabajo, en la audacia y habilidad con que planteen los problemas, expongan sus opiniones y critiquen los defectos, así como en la supervisión camaraderil que ejerzan sobre los organismos y cuadros dirigentes. De otro moda, la iniciativa carecerá de contenido. No obstante, el despliegue de dicha iniciativa depende del grado de democracia existente en la vida del Partido. Sin suficiente democracia en la vida del Partido, resulta imposible desplegar esta iniciativa. Sólo en un ambiente democrático puede formarse una gran cantidad de hombres capaces.

El papel del Partido Comunista de China en la guerra nacional
(octubre de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

A quienquiera, siempre que no sea un elemento hostil ni recurra a ataques virulentos, hay que permitirle hablar, y no importa que se equivoque. Los dirigentes a todos los niveles tienen la obligación de escuchar a los demás. Es necesario observar dos principios: 1) decir todo lo que se sabe y decirlo sin reservas, 2) no culpar al que habla sino tomar sus palabras como una advertencia. A menos que se observe auténtica y no falsamente el principio de no culpar al que habla, será imposible lograr que se diga todo lo que se sabe, y sin reservas.

Las tareas para 1945
(15 de diciembre de 1944).

Dentro del Partido hay que educar a los militantes en los problemas de la democracia para que comprendan qué se entiende por vida democrática , cuál es la relación entre la democracia y el centralismo y cómo poner en práctica el centralismo democrático. Sólo de este modo se puede desarrollar efectivamente la democracia en el seno del Partido y, al mismo tiempo, evitar el ultrademocratismo y la tendencia a dejar pasar las cosas, tendencia que socava la disciplina.

El papel del Partido Comunista de China en la guerra nacional
(octubre de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

Tanto en el ejército como en las organizaciones locales, la democracia interna del Partido debe servir para fortalecer la disciplina e incrementar la capacidad combativa, y no para debilitarlas.

Ibíd.

Debemos extirpar las raíces del ultrademocratismo en el plano teórico. Es preciso señalar, en primer lugar, que el ultrademoctatismo es peligroso porque daña e incluso resquebraja por completo la organización del Partido y debilita e incluso destruye totalmente la capacidad combativa del Partido, imposibilitándolo para cumplir sus tareas de lucha y causando, por consiguiente, la derrota de la revolución. En segundo lugar, es indispensable destacar que el ultrademocratismo tiene su origen en la aversión individualista de la pequeña burguesía a la disciplina. Esta aversión, una vez introducida en el Partido, se traduce en ideas ultrademocráticas en lo político y lo orgánico, ideas absolutamente incompatibles con las tareas de lucha del proletariado.

Sobre la rectificación de las ideas erróneas en el Partido
(diciembre de 1929),
Obras Escogidas, t. I.


Nuestra política educacional debe permitir a todos aquellos que reciben educación desarrollarse moral, intelectual y físicamente y convertirse en trabajadores cultos y con conciencia socialista.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

En lo relativo a la educación de los cuadros en el trabajo o en las escuelas para cuadros, se establecerá la política de tomar como centro el estudio de los problemas prácticos de la revolución china y como guía los principios fundamentales del marxismo-leninismo, y se ha de descartar el método de estudiar el marxismo-leninismo de manera estática y sin conexión con la vida.

Reformemos nuestro estudio
(mayo de 1941),
Obras Escogidas, t. III.

Lo más importante para una academia militar es elegir el director y los instructores y establecer los principios de enseñanza.

Problemas estratégicos de la
guerra revolucionaria de China
(diciembre de 1936),
Obras Escogidas, t. I.

Si en una escuela de cien personas no hay un grupo dirigente de varias personas o una docena o más, formado de acuerdo con las circunstancias reales (y no reunido artificialmente) y compuesto de los profesores, empleados y estudiantes más activos, rectos y despiertos, esa escuela ha de marchar mal.

Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección
(1° de junio de 1943),
Obras Escogidas, t. III.

Todos los mandos y combatientes de nuestro ejército deben perfeccionar su arte militar, avanzar valientemente en esta guerra que será coronada con nuestra victoria, y liquidar a todos los enemigos en forma resuelta, definitiva, cabal y completa.

Manifiesto del Ejército Popular de Liberación de China
(octubre de 1947),
Obras Escogidas, t. IV.

Se atribuirá igual importancia a los aspectos político y militar del programa de un año de consolidación y adiestramiento que acaba de iniciarse, y se integrarán ambos aspectos. Al comienzo, se hará hincapié en el aspecto político, el mejoramiento de las relaciones entre oficiales y soldados, el fortalecimiento de la unidad interna y la promoción de un elevado entusiasmo en los cuadros y los combatientes. Sólo así se realizarán con facilidad la consolidación y el adiestramiento militares y se alcanzarán mejores resultados.

Las tareas para 1945
(15 de diciembre de 1944).

En cuanto al método de adiestramiento, es indispensable desplegar el movimiento de adiestramiento de masas en el cual el oficial le enseña al soldado, el soldado le enseña al oficial y el soldado le enseña al soldado.

Orientación de nuestro trabajo para 1946 en las regiones liberadas
(15 de diciembre de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

Nuestra consigna en el adiestramiento de las tropas es: El oficial le enseña al soldado, el soldado le enseña al oficial y el soldado le enseña al soldado. Los soldados tienen mucha experiencia práctica de combate. Los oficiales deben aprender de ellos, y aumentarán su capacidad hacienda suya la experiencia ajena.

Charla a Los redactores del "Diario de Shansí-Suiyuán"
(2 de abril de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.

En cuanto al programa de adiestramiento, el objetivo principal sigue siendo mejorar las técnicas de tiro, de cargo a la bayoneta, de lanzamiento de granadas, etc., y el objetivo secundario, elevar la preparación táctica; hay que prestar particular atención a los ejercicios de combate nocturno.

Orientación de nuestro trabajo para 1946 en las regiones liberadas
(15 de diciembre de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.



Debemos ser modestos y prudentes, prevenirnos contra el engreimiento y la precipitación, y servir de todo corazón al pueblo chino. (...)

Dos destinos posibles de China
(23 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Servir de todo corazón al pueblo, sin apartarnos de las masas ni por un instante; partir en cada caso de los intereses del pueblo y no de los intereses de ningún individuo o pequeño grupo, e identificar nuestra responsabilidad ante el pueblo con nuestra responsabilidad ante los organismos dirigentes del Partido: tal es nuestro punto de partida.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Los organismos estatales practican el centralismo democrático; deben apoyarse en las masas populares y su personal debe servir al pueblo.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

El espíritu del camarada Bethune, su total dedicación a los demás sin la menor preocupación de sí mismo, se expresaba en su infinito sentido de responsabilidad en el trabajo y en su infinito cariño por los camaradas y el pueblo. Cada comunista debe seguir su ejemplo.
( . . . )
Todos debemos aprender de su desinterés absoluto. Quien tenga este espíritu puede ser muy útil al pueblo. La capacidad de un hombre puede ser grande o pequeña, pero basta con que tenga este espíritu para ser hombre de elevados sentimientos, hombre íntegro y virtuoso, hombre desprovisto de intereses triviales, hombre de provecho para el pueblo.

En memoria de Norman Bethune
(21 de diciembre de 1939),
Obras Escogidas, t. II.

Nuestro Partido Comunista, así como el VIII Ejército y el Nuevo 4° Cuerpo del Ejército dirigidos por el Partido, son destacamentos de la revolución. Estos destacamentos nuestros están dedicados por entero a la liberación del pueblo y trabajan totalmente por los intereses del pueblo.

Servir al pueblo
(8 de septiembre de 1944),
Obras Escogidas, t. III.

Todos nosotros, los cuadros, en cualquier puesto que estemos, somos servidores del pueblo, y cuanto hacemos va en servicio del pueblo. Cómo, entonces, podemos ser reacios a deshacernos de nuestros defectos?

Las tareas para 1945
(15 de diciembre de 1944).

Tenemos el deber de ser responsables ante el pueblo. Ser responsables ante el pueblo significa que cada palabra, cada acto y cada medida política nuestros deben concordar con los intereses del pueblo, y si cometemos errores, debemos corregirlos.

La situación y nuestra política después de la
victoria en la Guerra de Resistencia contra el Japón
(13 de agosto de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

Allí donde hay lucha, hay sacrificios, y la muerte es cosa corriente. Pero, para nosotros, que tenemos la mente puesta en los intereses del pueblo y en los sufrimientos de la gran mayoría, es una muerte digna morir por el pueblo. No obstante, debemos reducir al mínimo los sacrificios innecesarios.

Servir al pueblo
(8 de septiembre de 1944),
Obras Escogidas, t. III.

Todos los hombres han de morir, pero la muerte puede tener distintos significados. El antiguo escritor chino Sima Chien decía: Aunque la muerte llega a todos, puede tener más peso que el monte Taishan o menos que una pluma. Morir por los intereses del pueblo tiene más peso que el monte Taishan; servir a los fascistas y morir por los que explotan y oprimen al pueblo tiene menos peso que una pluma.

Ibíd.


Pueden los comunistas, que son internacionalistas, ser al mismo tiempo patriotas? Sostenemos que no sólo pueden sino deben serlo. El contenido concreto del patriotismo está determinado por las condiciones históricas. Existe el patriotismo de los agresores japoneses y de Hitler, y existe el patriotismo nuestro. Los comunistas deben oponerse resueltamente al patriotismo de los agresores japoneses y de Hitler. Los comunistas japoneses y alemanes son derrotistas con respecto a las guerras sostenidas por sus países. Recurrir a todos los medios posibles para hacer fracasar las guerras de los agresores japoneses y de Hitler, corresponde a los intereses de los pueblos japonés y alemán, y cuanto más completa sea la derrota, tanto mejor. (...) Esto se explica porque las guerras desatadas por los agresores japoneses y Hitler perjudican a los pueblos de sus propios países de la misma manera que a los demás pueblos del mundo. El caso de China es distinto, porque ella es victima de la agresión. Por consiguiente, los comunistas chinos debemos unir el patriotismo con el internacionalismo. Somos a la vez internacionalistas y patriotas, y nuestra consigna es, Luchar en defensa de la patria contra los agresores. Para nosotros, el derrotismo es un crimen, y luchar por la victoria en la Guerra de Resistencia contra el Japón, un deber ineludible. Porque solamente luchando en defensa de la patria podremos derrotar a los agresores y lograr la liberación nacional, y, sólo logrando la liberación nacional, el proletariado y los demás trabajadores podrán conquistar su propia emancipación. La victoria de China y la derrota de los imperialistas invasores constituirán una ayuda para los pueblos de los demás países. De ahí que el patriotismo sea la aplicación del internacionalismo en las guerras de liberación nacional.

El papel del Partido Comunista de China en la guerra nacional
(octubre de 1938),
Obras Escogidas, t. II.

Qué espíritu impulsa a un extranjero a entregarse desinteresadamente a la causa de la liberación del pueblo chino como a la suya propia? El espíritu del internacionalismo, el espíritu del comunismo, del cual todos los comunistas chinos debemos aprender. (...) Debemos unirnos con el proletariado de todos los países capitalistas, con el proletariado de Japón, Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Italia y demás países capitalistas; sólo así se podrá derrocar al imperialismo, liberar a nuestra nación y a nuestro pueblo y liberar a las otras naciones y pueblos del mundo. Este es nuestro internacionalismo, el internacionalismo que oponemos al nacionalismo estrecho y al patriotismo estrecho.

En memoria de Norman Bethune
(21 de diciembre de 1939),
Obras Escogidas, t. II.

Para conquistar su completa liberación, los pueblos oprimidos deben apoyarse ante todo en su propia lucha y, sólo en segundo lugar, en la ayuda internacional. Los pueblos que hemos conquistado la victoria en nuestra revolución, debemos ayudar a los que aún están luchando por su emancipación. Este es nuestro deber internacionalista.

Conversación con amigos africanos
(8 de agosto de 1963).

Los países socialistas son estados de un tipo enteramente nuevo, donde las clases explotadoras han sido derribadas y el pueblo trabajador tiene en sus manos el Poder. En las relaciones entre estos países se aplica el principio del internacionalismo unido con el patriotismo. Estamos estrechamente ligados por intereses e ideales comunes.

Discurso en la reunión del Soviet Supremo de
la URSS en conmemoración del 40° aniversario
de la Gran Revolución Socialista de Octubre
(6 de noviembre de 1957).

Los pueblos de los países del campo socialista deben unirse; los pueblos de los países de Asia, Africa y América Latina deben unirse; los pueblos de todos los continentes deben unirse; todos los países amantes de la paz deben unirse; todos los países sometidos a la agresión, control, intervención o atropello de Los EE.UU. deben unirse, para formar el más amplio frente único contra la política de agresión y guerra del imperialismo norteamericano y en defensa de la paz mundial.

Declaraciones de apoyo al pueblo panameño en su justa
lucha patriótica contra el imperialismo norteamericano
(12 de enero, de 1964).

Las cosas se desarrollan sin cesar. Han transcurrido sólo 45 años desde la Revolución de 1911, pero el aspecto de China ha cambiado por completo. Al cabo de otros 45 años, esto es, para el año 2001, a comienzos del siglo XXI, China habrá experimentado cambios aún mayores. Será un poderoso país industrial socialista. Y así debe ser. Con una superficie de 9.600.000 kilómetros cuadrados y una población de 600 millones de personas, China debe hacer una contribución comparativamente grande a la humanidad. Durante un largo periodo, su aporte ha sido muy reducido, y esto nos apena.
Pero seamos modestos, no sólo ahora, sino también después de 45 años. Seamos modestos siempre. En nuestras relaciones internacionales, los chinos debemos liquidar toda manifestación de chovinismo de gran potencia en forma resuelta, definitiva, cabal y completa.

En memoria del Dr. Sun Yat-sen
(noviembre de 1956)
[Obras Escogidas, t. V].

Nunca debemos adoptar una actitud altanera de chovinismo de gran potencia, ni envanecernos por la victoria de nuestra revolución o por los éxitos logrados en la construcción. Toda nación, grande o pequeña, tiene sus aspectos positivos y negativos.

Discurso de apertura en el VIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China
(15 de septiembre de 1956).



Este ejército tiene un espíritu intrépido; está decidido a vencer a todo enemigo y jamás se dejará someter. Sean cuales fueren las dificultades y penalidades, mientras quede un hombre, continuará luchando.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Poner en pleno juego nuestro estilo de lucha; valentía en el combate, espíritu de sacrificio, desprecio a la fatiga y tenacidad en los combates continuos (es decir, entablar combates sucesivos en un corto lapso y sin tomar reposo).

La situación actual y nuestras tareas
(25 de diciembre de 1947),
Obras Escogidas, t. IV.

Miles y miles de mártires han ofrendado heroicamente su vida en aras de los intereses del pueblo. Mantengamos en alto su bandera y avancemos por el camino teñido con su sangre!

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Ser resuelto, no temer a ningún sacrificio y superar todas las dificultades para conquistar la victoria.

El Viejo Tonto que removió las montañas
(11 de junio de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

En el momento decisivo del avance de la Expedición al Norte, la traidora y antipopular política de depuración del partido y represión sangrienta adoptada por las autoridades del Kuomintang destruyó este frente único nacional -- frente único formado por el Kuomintang, el Partido Comunista y todos los sectores del pueblo y que encarnaba la causa de la liberación del pueblo chino -- y toda su política revolucionaria. (...) Desde entonces, la unidad fue reemplazada por la guerra civil, la democracia por la dictadura y la China luminosa por una China sumida en tinieblas. Pero el Partido Comunista de China y el pueblo chino no fueron amedrentados, sometidos ni exterminados. Se pusieron de pie, se limpiaron las manchas de sangre, enterraron a los camaradas caídos y volvieron a la lucha. Enarbolando la gran bandera de la revolución, iniciaron la resistencia armada, y, en vastas zonas del territorio chino, establecieron órganos del Poder popular, llevaron a cabo la reforma agraria, crearon un ejército popular -- el Ejército Rojo de China -- y conservaron y aumentaron las fuerzas revolucionarias del pueblo chino.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Ustedes tienen muchas buenas cualidades y han rendido grandes servicios, pero recuerden siempre no caer en el engreimiento. Todo el mundo los respeta, y lo merecen; sin embargo, esto lleva fácilmente a la presunción. Si miran por encima del hombro, si abandonan la modestia y el esfuerzo y si pierden el respeto a los demás, a los cuadros y a las masas, dejarán de ser héroes y trabajadores modelo. Ha habido gente así en el pasado, y espero que ustedes no sigan su ejemplo.

Aprendamos a hacer el trabajo económico
(10 de enero de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

En la lucha por aniquilar al enemigo y por restablecer y desarrollar la producción industrial y agrícola, ustedes han superado muchas dificultades y penalidades y han dada muestras de inmenso coraje, sabiduría e iniciativa. Son modelo para toda la nación china, columna vertebral en el avance victorioso de la causa popular en los distintos terrenos, seguro sostén del Gobierno Popular y puente que une al Gobierno Popular con las grandes masas.

Mensaje de salutación en nombre del Comité Central del Partido
Comunista de China a la Reunión Nacional de Representantes
de los héroes de Combate y Trabajadores Modelo
(25 de septiembre de 1950).

Nuestra nación, la nación china, tiene coraje para combatir al enemigo hasta la última gota de sangre, determinación para recobrar con sus propias fuerzas cuanto ha perdido, y capacidad para levantarse sobre sus propios pies entre las demás naciones.

Sobre la táctica de la lucha contra el imperialismo japonés
(27 de diciembre de 1935),
Obras Escogidas t. I.


Debemos velar porque todos nuestros cuadros y todo nuestro pueblo tengan siempre presente que China es un gran país socialista, pero al mismo tiempo un país económicamente atrasado y pobre, y que esto es una contradicción muy grande. Para convertir nuestro país en país rico y poderoso, se requieren varias decenios de intensos esfuerzas, que suponen, entre otras cosas, la observancia de un riguroso régimen de economías y la lucha contra el despilfarro, o sea, la aplicación de la política de construir nuestro país con laboriosidad y economía.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Hay que administrar con laboriosidad y economía las fábricas, los establecimientos comerciales, las empresas estatales y cooperativas así como las demás empresas e instituciones. Hay que observar el principio de laboriosidad y economía en todas las actividades. Este principio de economizar es uno de los fundamentales en la economía socialista. China es un país grande, pero todavía muy pobre. Llevará décadas hacer de ella un país próspero. Aún entonces, tendremos que seguir aplicando el principio de laboriosidad y economía. Pero, es en las próximas décadas, en el periodo de los primeros planes quinquenales, cuando debemos promover particularmente la laboriosidad y la economía, dedicar una atención especial al régimen de economías.

Nota de introducción al artículo
"Administrar las cooperativa, con laboriosidad y economía"
[Septiembre y diciembre de] (1955),
El auge socialista en el campo chino
[Obras Escogidas, t. V].

Allí donde estemos, debemos utilizar con la mayor economía nuestros recursos humanos y materiales, y de ningún modo ver sólo el momento presente, ni tolerar la dilapidación y el despilfarro. Donde nos encontremos a partir del primer año de trabajo hemos de pensar en los muchos años venideros, en la guerra prolongada por sostener, en la contraofensiva y en la reconstrucción después de expulsado el enemigo. Debemos, por un lado, guardarnos de la dilapidación y el despilfarro y, por el otro, esforzarnos por desarrollar la producción. En el pasado, algunas regiones pagaron caro el no haber hecho cálculos a largo plazo, el no haber prestado atención a la utilización económica de los recursos humanos y materiales, ni al desarrollo de la producción. He aquí una lección que debe llamar nuestra atención.

Aprendamos a hacer el trabajo económico
(10 de enero de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Con el objeto de acelerar la restauración y el desarrollo de la producción agrícola, así como la producción industrial en los poblados, debemos, en el curso de nuestra lucha para abolir el sistema feudal, esforzarnos al máximo por preservar, hasta donde sea posible, todos los medios de producción y de subsistencia utilizables, tomar medidas enérgicas contra quienes los destruyan o malgasten, combatir los excesos en las comidas y observar una economía estricta.

Discurso pronunciado en una conferencia de
cuadros de la región liberada de Shansí-Suiyuán
(1 de abril de 1948),
Obras Escogidas, t. IV.

En lo que concierne a los gastos gubernamentales, debemos atenernos al principio de economía. Es necesario hacer comprender a todo el personal de los organismos gubernamentales que la corrupción y el despilfarro son crímenes gravísimos. La lucha contra la corrupción y el despilfarro ha dado ya algunos resultados, pero todavía se requieren nuevos esfuerzos. Economizar cada moneda para las necesidades de la guerra, para la causa revolucionaria y para nuestra construcción económica: tal es el principio que ha de orientar nuestra contabilidad.

Nuestra política económica
(23 de enero de 1934),
Obras Escogidas, t. I.

Entre muchos de nuestros cuadros crece ahora una tendencia peligrosa: negativa a compartir alegrías y penas con las masas y preocupación por la fama y el provecho personales. Esto es muy malo. En el curso de la campaña por aumentar la producción y practicar economía, debemos simplificar nuestras organizaciones y transferir cuadros a los niveles inferiores a fin de que un número considerable de los cuadros se reincorpora a la producción. Esta es una manera de vencer esa tendencia peligrosa.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

Las labores productivas realizadas por el ejército con miras a autoabastecerse no sólo han mejorado sus condiciones de vida, aliviado la cargo del pueblo y posibilitado con eso la ampliación del ejército, sino que, además, han dada de inmediato muchos subproductos:
1) Mejoramiento de las relaciones entre oficiales y soldados. Al trabajar juntas en la producción, han llegado a una intimidad fraternal.
2) Una actitud más consciente hacia el trabajo. (...) Desde que el ejército comenzó la producción para su autoabastecimiento, se ha hecho más consciente su actitud hacia el trabajo y se han eliminado los hábitos del ocio.
3) Fortalecimiento de la disciplina. La disciplina del trabajo en la producción no debilita sino que fortalece la disciplina de los soldados en el combate y en su vida cotidiana.
4) Mejoramiento de las relaciones entre el ejército y el pueblo. Cuando las propias tropas empiezan a llevar la casa, disminuyen y hasta desaparecen los abusos contra los bienes de la población civil. En el proceso de la producción, el ejército y la población civil intercambian trabajo y se ayudan mutuamente, y la amistad entre ellos se ve fortalecida.
5) Menos quejas en el ejército respecto a los órganos del Poder y mejores relaciones mutuas.
6) Impulso a la gran campaña popular por el desarrollo de la producción. Cuando el ejército toma parte en la producción, resulta más evidente la necesidad de que también lo hagan los organismos gubernamentales y otros, y lo hacen con mayor energía. De igual moda, como es natural, resulta más evidente la necesidad de una amplia campaña, que comprenda a todo el pueblo, para aumentar la producción, y esa campaña también se lleva adelante con mayor energía.

Sobre la producción en el ejército para su autoabastecimiento y
la importancia de los dos grandes movimientos por la rectificación
del estilo de trabajo y por el desarrollo de la producción
(27 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Algunos sostienen que si las fuerzas armadas se ocupan de la producción, no podrán combatir ni adiestrarse, y que si los organismos gubernamentales y otros también lo hacen, no podrán realizar su propia labor. Este argumento es falso. En los últimos años, nuestras fuerzas armadas de la región fronteriza, entregándose a actividades productivas en gran escala, se han provisto de suficientes alimentos y vestuario; al mismo tiempo, han realizado, con mejores resultados que antes, su adiestramiento y sus estudios políticos y culturales, y han fortalecido más la unidad, tanto dentro de sus filas como con el pueblo. El año pasado, en las regiones del frente, no obstante llevarse a cabo una campaña por la producción en gran escala, se registraron enormes éxitos en el combate y se inició una campaña extensiva de adiestramiento. Y gracias a la producción, el personal de Los organismos gubernamentales y otros ha mejorado sus condiciones de vida y trabajo con mayor dedicación y eficiencia. Esto ocurre tanto en la región fronteriza como en las regiones del frente.

Aprendamos a hacer el trabajo económico
(10 de enero de 1945),
Obras Escogidas, t. III.



Sobre qué base debe descansar nuestra política? Debe descansar en nuestra propia fuerza, y eso significa robustecernos mediante nuestros propios esfuerzos. No estamos solos; todos los países y pueblos del mundo que se oponen al imperialismo son nuestros amigos. Sin embargo, hacemos hincapié en apoyarnos en nuestros propios esfuerzos. Apoyándonos en las fuerzas que nosotros mismos organicemos, podemos derrotar a todos los reaccionarios chinos y extranjeros.

La situación y nuestra política después de la
victoria en la Guerra de Resistencia contra el Japón
(13 de agosto de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

Somos partidarios de apoyarnos en nuestros propios esfuerzos. Esperamos obtener ayuda extranjera, pero no debemos depender de alla. Confiamos en nuestros propios esfuerzos, en el poder creador de todo el ejército y de todo el pueblo.

Aprendamos a hacer el trabajo económico
(10 de enero de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

Triunfar en todo el país es sólo el primer paso de una gran marcha de diez mil li. (...) La revolución china es grandiosa, pero después de la revolución, el camino será aún más largo y nuestra tarea aún más grandiosa y ardua. Es éste un punto que hay que explicar desde ahora en el Partido, para que los camaradas sigan siendo modestos, prudentes y libres de arrogancia y precipitación en su estilo de trabajo, y perseveren en su estilo de vida sencilla y lucha dura.

Informe ante la II Sesión Plenaria del Comité Central elegido
en el VII Congreso Nacional del Partido Comunista de China
(5 de marzo de 1949),
Obras Escogidas, t. IV.

Hay que eliminar por completo toda idea existente entre nuestros cuadros de lograr victorias fáciles por obra de la buena suerte, sin una lucha dura y acerba, sin sudor y sangre.

Crear sólidas bases de apoyo en el Nordeste
(28 de diciembre de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

Debemos realizar entre el pueblo una propaganda constante sobre los progresos del mundo y su futuro luminoso, para que adquiera confianza en la victoria.

Al mismo tiempo, debemos hacer saber al pueblo y a los camaradas que nuestro camino es zigzagueante. Hay todavía muchos obstáculos y dificultades a lo largo del camino de la revolución. El VII Congreso de nuestro Partido supuso que las dificultades serian muchas, porque preferimos suponer más dificultades de las que pudieran surgir. A algunos camaradas no les gusta pensar mucho en las dificultades. Pero las dificultades son una realidad, debemos reconocer cuantas haya, y no adoptar una política de no reconocimiento. Debemos reconocer las dificultades, analizarlas y combatirlas. No existen caminos rectos en el mundo; debemos estar preparados para seguir un camino zigzagueante y no tratar de conseguir las cosas a bajo precio. No hay que imaginar que una buena mañana todos los reaccionarios caerán de rodillas por propia voluntad. En una palabra, las perspectivas son luminosas, pero el camino es zigzagueante. Aún tenemos ante nosotros muchas dificultades, que no debemos pasar por alto. Uniéndonos con todo el pueblo en un esfuerzo común, podremos sin duda alguna vencer todas las dificultades y lograr la victoria.

Sobre las negociaciones de Chungching
(17 de octubre de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

Quien ve sólo el aspecto brillante, sin ver las dificultades, no puede luchar eficazmente por el cumplimiento de las tareas del Partido.

Sobre el gobierno de coalición
(24 de abril de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

La riqueza de la sociedad es creada por los obreros, campesinos e intelectuales trabajadores. Si ellos toman su destino en sus propias manos, siguen una línea marxista-leninista y, en vez de eludir los problemas, adoptan una actitud dinámica para resolverlos, no habrá en el mundo dificultad insuperable para ellos.

Nota de introducción al artículo
"El secretario del Partido toma la dirección
y todos los miembros del Partido ayudan a
administrar las cooperativas"
[Septiembre y diciembre de] (1955),
El auge socialista en el campo chino
[Obras Escogidas, t. V].

Todos los miembros del Partido deben tener plenamente en cuenta todo esto y estar preparados para vencer sistemáticamente toda dificultad con una voluntad indomable. Las fuerzas reaccionarias tienen sus dificultades, y nosotros, las nuestras. Pero las dificultades dé las fuerzas reaccionarias son insuperables, porque son fuerzas moribundas, sin porvenir. Nuestras dificultades pueden ser vencidas porque somos una fuerza naciente y con un brillante futuro.

Saludemos el nuevo ascenso de la revolución china
(1° de febrero de 1947),
Obras Escogidas, t. IV.

En tiempos difíciles, debemos ver nuestros éxitos, ver nuestra brillante perspectiva y aumentar nuestro coraje.

Servir al pueblo
(8 de septiembre de 1944),
Obras Escogidas t. III.

Toda cosa nueva experimenta dificultades y reveses en su crecimiento. Sueña quien crea que el socialismo es como coser y cantar, empresa de éxito fácil en la que no se tropieza con dificultades ni se sufren reveses ni se requieren inmensos esfuerzos.

Sobre el tratamiento correcto de las
contradicciones en el seno del pueblo
(27 de febrero de 1957)
[Obras Escogidas, t. V].

En ciertas épocas de la lucha revolucionaria, las dificultades prevalecen sobre las condiciones favorables y constituyen, entonces, el aspecto principal de la contradicción mientras las condiciones favorables forman el aspecto secundario. Sin embargo, los revolucionarios pueden, mediante sus esfuerzos, superar gradualmente las dificultades y crear una situación nueva, favorable; así, una situación difícil cede su lugar a una situación favorable.

Sobre la contradicción
(agosto de 1937),
Obras Escogidas, t. I.

Qué significa trabajar? Trabajar significa luchar. En esos lugares, hay dificultades y problemas que debemos vencer y resolver. Vamos allí a trabajar y luchar para vencer esas dificultades. Buen camarada es quien está más ansioso de ir allí donde las dificultades son mayores.

Sobre las negociaciones de Chungching
(17 de octubre de 1945),
Obras Escogidas, t. IV.

Hay una antigua fábula china llamada El Viejo Tonto que removió las montañas. Cuenta que hace mucho tiempo vivía en el Norte de China un anciano conocido como el Viejo Tonto de las montañas del Norte. Su casa miraba al Sur y frente a ella, obstruyendo la pasada, se alzaban dos grandes montañas: Taijang y Wangwu. El Viejo Tonto tomó la decisión de llevar a sus hijos a remover con azadones las dos montañas. Otro anciano, conocido como el Viejo Sabio, los vio y dijo riéndose: Qué tontería! Es absolutamente imposible que vosotros, tan poca gente, logréis remover montañas tan grandes. El Viejo Tonto respondió: Después que yo muera, seguirán mis hijos; cuando ellos mueran, quedarán mis nietos, y luego sus hijos y los hijos de sus hijos, y así indefinidamente. Aunque son muy altas, estas montañas no crecen y cada pedazo que les sacamos las hace más pequeñas. Por qué no vamos a poder removerlas? Después de refutar la idea errónea del Viejo Sabio, siguió cavando día tras día, sin cejar en su decisión. Dios, conmovido ante esto, envió a la tierra dos ángeles, que se llevaron a cuestas ambas montañas. Hoy, sobre el pueblo chino pesan dos grandes montañas, una se llama imperialismo y la otra, feudalismo. El Partido Comunista de China hace tiempo que decidió eliminarlas.

Debemos perseverar en nuestra decisión y trabajar sin cesar; también nosotros conmoveremos a Dios. Nuestro Dios no es otro que las masas populares de China. Si ellas se alzan y cavan junto con nosotros, por qué no vamos a poder eliminar esas montañas?

El Viejo Tonto que removió las montañas
(11 de junio de 1945),
Obras Escogidas, t. III.

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